Dos empates y una derrota han puesto al Atlético contra las cuerdas en el grupo C de la Liga de Campeones a falta de tres finales, la primera este martes con el Qarabag, al que recibe en el Wanda Metropolitano (20.45 horas, Bein Sport) con la necesidad de ganar, la única fórmula que todavía le permite depender de sí mismo.

Tres triunfos más. No hay otro objetivo en mente para el conjunto rojiblanco, porque es el único que le clasificaría para los octavos de final sin atender a resultados ajenos, aunque hay otra vía más rápida a la siguiente ronda pasando por el duelo entre el Roma y el Chelsea: si gana el club inglés en el Olímpico, el pase requerirá solo las victorias en casa contra el Qarabag y el rival italiano.

A todas esas posibilidades, a su capacidad, su experiencia reciente en el torneo, en el que ha alcanzado al menos los cuartos de final, incluidas dos finales, en las últimas cuatro ediciones, y su competitividad de siempre, reencontrada el pasado sábado a pesar del 1-1 contra el Villarreal, se aferra el Atlético en la Champions.

Mientras colecciona empates, ocho en sus 14 encuentros oficiales en este curso; atraviesa un bache de una sola victoria en sus siete duelos más recientes y lamenta la falta de gol, con 13 tantos menos que a estas alturas hace un año, se cruza en su camino un rival, el Qarabag, y un partido que marcan su futuro europeo.

No se prevén apenas variaciones en el once de Simeone respecto a ese choque. Aún sin Koke ni Yannick Carrasco, la alineación será muy parecida. Ahí hay varios hombres indiscutibles, como el portero Jan Oblak, el lateral izquierdo Filipe Luis, los centrales Stefan Savic y Diego Godín, los centrocampistas Gabi y Saúl, el delantero Griezmann y Ángel Correa, bien por una banda o bien en la punta. Para el ataque, además, apunta Gameiro.