ATLETICO - 4: Moyá; Juanfran, Giménez, Godín, Ansaldi; Arda (Raúl Jiménez, m. 66), Tiago (Mario Suárez, m. 46), Gabi, Koke; Raúl García y Mandzukic (Griezmann, m. 69).

OLYMPIAKOS - 0: Roberto; Elabdellaoui, Botía, Abidal, Masuaku; N'dinga, Maniatis (David Fuster, m.46); Milivojevic, Afellay (Kasami, m.46), 'Chori' Domínguez (Bouchalakis, m.72); y Konstantinos Mitroglou.

GOLES: 1-0, m. 9: Raúl García. 2-0, m. 38: Mandzukic. 3-0, m. 62: Mandzukic. 4-0, m. 65: Mandzukic.

ARBITRO: Wolfgang Stark (Alemania). Amonestó al local Ansaldi (m. 15) y a los visitantes N'Dinga (m. 54) y David Fuster (m. 56).

El Atlético de Madrid concretó su billete para los octavos de final de la Liga de Campeones con autoridad, primero con un comienzo de partido espectacular, después con tres goles del croata Mario Mandzukic y siempre, de principio a fin, infinitamente superior e imparable para el Olympiacos griego (4-0).

Desde el primer segundo hasta el último sólo hubo un equipo, el rojiblanco, con una versión imponente, arrolladora por momentos e incontestable para avanzar a la siguiente ronda de la máxima competición europea, con sólo una cuestión por definir: el primer puesto. Le vale hasta una derrota por la mínima ante el Juventus.

El inicio del Atlético fue impecable en todo. Desde la intensidad, desde la velocidad, desde el toque, desde la precisión, desde la profundidad y desde el fútbol apabulló al Olympiacos durante una decena de minutos impresionantes, de esos que desarman a cualquier adversario, sea cual sea su entidad y su potencial.

El primer tanto de la noche llegó a manos de Raúl García a los nueve minutos del pitido inicial a pase de Juanfran después de un fallido despeje del portero Roberto provocado por una mala cesión de Alberto Botía que no tuvo un gran día. Si en el 1-0 su cesión atrás fue un lío para el guardameta que terminó con un despeje hacia Juanfran; en el 2-0 tenía todo a favor para anular el peligro, pero su patada al aire habilitó el 2-0 del '9' atlético. Nunca permitió la reacción del Olympiacos, inédito en ataque casi todo el encuentro, ni nunca perdió de vista la meta rival.

El encuentro siempre fue del equipo rojiblanco con una rotundidad indiscutible. En la defensa, donde Miguel Angel Moyá sólo necesitó una parada en todo el duelo, y en el ataque, en el que dos testarazos de manual de Mandzukic, a centros de Arda Turan y Gabi, agrandaron un triunfo con destino a los octavos de final (4-0).