Tiene aspecto decidido y el hambre de los verdaderos campeones. Mantiene fija la mirada en su rival, auscultando sus puntos débiles, esperando el momento para asestar el golpe definitivo Con 24 años, David Plasencia se ha pasado casi la mitad de ellos viajando de un lado a otro, aprendiendo tenis, empapándose de su filosofía de este deporte . Tiene, además, la virtud del pragmatismo. Su pasión no le ha hecho descuidar la búsqueda de horizontes fuera de este deporte que le aseguren un futuro profesional una vez acabe su carrera deportiva.

Es diplomado en márketing por la Universidad de Texas, estudios que simultaneó con el tenis en EEUU. Es el indiscutido número uno extremeño. Impresiona verlo sobre la pista: inteligente, agresivo, seguro de sí mismo, ambicioso, resolutivo... valores, todos, aprendidos tras años de perfeccionamiento. Tras destacar a nivel regional y nacional, probó fortuna, con 14 años, en la Escuela Equelite de Villena, Alicante.

Allí coincidió con un grupo formado por 10 chicos más que, en ese momento, eran las promesas nacionales. Entre ellos destacaba Santiago Ventura, que llegó a ser número 80 del mundo y, sobre todo, un imberbe Juan Carlos Ferrero, exnúmero uno del mundo. De aquello tiene una espina clavada: "A veces me arrepiento de no haber podido llegar más lejos" y reconoce que Ferrero "estaba un poco por encima de los demás".

Tras dos años en Alicante se marchó a EEUU, fichado por la empresa American International, "que capta jóvenes tenistas europeos". Viajó por todo el país participando en torneos universitarios, Con Texas llegó a estar en el top-20 universitario. Tras cinco años en EEUU regresó a Badajoz, montó Tengotenis, una empresa de material para escuelas deportivas y se llevó el Campeonato de Extremadura ante Diego Muñoz. Este año se ha repetido la primera parte de la historia y David Plasencia ha vuelto a vencer a Diego Muñoz en Almendralejo. Todo apunta que volverán a medirse en el Cabezarrubia. Diego quiere la revancha. Pero él es un depredador.