Feliz, a medias. Confiado, totalmente. Seguro de sí mismo, al ciento por ciento. Amigo de Lance Armstrong, ni por asomo. A veces, es mejor dar la impresión de que se han callado muchas cosas que organizar un revuelo monumental con unas declaraciones explosivas. Así obró ayer por la mañana Alberto Contador en la multitudinaria conferencia de prensa que ofreció en su hotel de Limoges en la primera jornada de descanso del Tour 2009.

Mucho dieron de sí las palabras del favorito número uno para imponerse en París. Contador, con mucho tacto y como quien no quiere decir las cosas, aprovechó la comparecencia ante periodistas de todo el mundo para enviar un mensaje a Armstrong y evidenciar su malestar con el tejano. Para empezar, el entorno del ciclista --es decir, su hermano Fran, que también es su mánager, y su jefe de prensa, Jacinto Vidarte-- comunicó a la prensa que Contador solo hablaría en castellano y que sus respuestas únicamente se traducirían al francés, en un gesto claro de contrarrestar la influencia anglosajona del Astana que encabeza Armstrong.

EL PAPEL DEL LIDER Todas las preguntas giraron sobre un mismo tema, la relación, la convivencia y la situación que se ha creado en el Astana con la presencia de Armstrong y las quejas del estadounidense, que el domingo habló en la televisión francesa otra vez del ataque de Contador en Arcalís, un demarraje que le irritó. "Si realmente fuera el líder del equipo no habría habido tanta polémica con mi ataque en Andorra. Pero prefiero no darle importancia a un tema que ya es cansino".

Contador y cualquier ciclista del pelotón sabe que el líder del equipo, si se siente fuerte, debe atacar y no tiene que dar explicaciones a nadie. Así ha sido toda la vida, desde 1903 cuando Maurice Garin ganó el primer Tour de la historia. Es como si la estrella de un club de fútbol tuviera que excusarse por chutar y marcar el penalti decisivo de un partido. "Sería mejor si no hubiera preguntas al respecto, que las hay. Sin embargo, he de reconocer que la situación en el equipo no es normal. Yo trato de estar concentrado y que nada interfiera en mi rendimiento. El Tour es muy exigente y no se pueden gastar energías en temas extradeportivos", afirmó Contador.

La situación no es normal porque Contador entiende que ha ganado consecutivamente Tour, Giro y Vuelta y que ahora se le pide que vele por otros intereses. Contador no se siente plenamente respaldado y se apoya en su entorno (su hermano y su responsable de prensa), así como en los amigos de Pinto, que viajarán a los Alpes para situarse en lugares estratégicos.