El Extremadura llega en su momento más delicado, tras una situación convulsa que terminó con la afición pidiendo la cabeza del director general, Juan Marrero, en el último partido ante La Roda. Tras despedir a Diego Merino, el equipo sufrió un batacazo tremendo con la derrota por 0-2 en el debut de Juan Velasco. Los azulgranas llevan dos de los últimos 18 puntos y están sumidos en un mar de dudas. Hace dos temporadas, cuando peor estaba, selló en el Romano un triunfo de prestigio por 0-1 que supuso un punto de inflexión. Y eso es lo que buscará esta tarde, aunque no lo hace con el mejor panorama posible.

«Ellos también llegan con urgencias y será un partido en el que los dos querramos ganar los tres puntos como sea». Así lo ve Juan Velasco, consciente de la necesidad de mejorar la pobre imagen ofrecida por el equipo el pasado domingo.

Para esta cita especial recupera a dos hombres esenciales. Por un lado, Ismael Barragán, que volverá al centro de la defensa después de cumplir un partido de sanción. Y por otro lado, Willy, que regresa tras dos partidos ausente por lesión. Carlos Rubén se ha recuperado de unas molestias en el tobillo y entró ayer en la convocatoria. Se quedan fuera de la misma Asier y Savo, dos de los extremos fichados este año. Tampoco están citados Manchón ni Manu, éste último por lesión.

Velasco otorga la presión y el favoritismo al Mérida: «juegan en casa y quizá eso les obligue a tomar la iniciativa y sacar los puntos, aunque nosotros también tengamos urgencias».

El once es una gran incógnita. Se presuponen cambios, pero no ha habido muchas pistas durante los entrenamientos: «Soy partidario de que potenciar al grupo significa intentar meter a cuantos más jugadores posibles».

A nivel mental, el Extremadura llega muy tocado y eso lo sabe su entrenador. Velasco asegura que «ahora es cuando hay que ser hombres y cuando tenemos que estar más unidos, sin exculparse de la parte de culpa que cada uno tiene. Sigo pensando en que la categoría tiene más de diez equipos que no son superiores a nosotros».

Un autocar repleto de seguidores azulgranas saldrá tras el almuerzo rumbo al estadio Romano para apoyar a los suyos en la grada del fondo norte. También se espera la presencia de muchos aficionados en coche dada la cercanía de ambas ciudades. A pesar de la enorme crisis, el Extremadura no estará sólo en Mérida. Los suyos creen en la victoria. H