El Badajoz no ha obtenido el resultado soñado ante el Calahorra en la idea de la eliminatoria definitiva de ascenso a Segunda B. El 0-0 ante el Calahorra en el Nuevo Vivero deja todo pendiente para lo que suceda en la vuelta, con el factor campo en contra.

Los albinegros no pueden marcharse muy contentos del choque, disputado bajo un asfixiante calor y con la presencia de 7.100 espectadores en la grada. Incluso los riojanos empezaron dominando, reclamando un penalti en el área extremeña en la primera parte.

En la segunda, el conjunto de Juan Marrero se hizo con las riendas y mandó mucho más, no permitiendo apenas ocasiones en su portería y acosando la del Calahorra. El momento culminante llegó en el minuto 88, cuando Joaqui Flores, de cabeza, estrelló un balón en el larguero.

El acoso siguió siendo muy fuerte, con varios córners muy peligrosos, pero todo resultó completamente inútil. A los pacenses les queda el consuelo de que cualquier empate con goles en Calahorra le vale para subir a Segunda B, pero ya será sin un ambiente tan favorable como el que ha tenido hoy.