Barcelona: Valdés; Puyol (Zambrotta, m.77), Márquez, Milito, Abidal; Xavi (Bojan, m.82), Touré, Deco (Giovani, m.58); Iniesta, Ronaldinho y Eto´o.

Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos (Torres, m.88), Cannavaro, Pepe, Heinze; Sneijder (Gago, m.79), Diarrá, Baptista, Robinho (Robben, m.85); Raúl y Van Nistelrooy.

Gol: 0-1, m.36: Baptista.

Arbitro: Mejuto González (Asturiano). Mostró cartulina amarilla a Puyol, Sergio Ramos, Milito y a Baptista.

Incidencias: 98.248 espectadores llenaron completamente las gradas del Camp Nou. Un impresionante mosaico con los colores del club, de Cataluña y el escudo del Barça saludaron a los futbolistas cuando saltaron sobre el terreno de juego. Pleno de políticos en el palco.

Un gol de Baptista desmontó la escasa capacidad del Barcelona y permite al Real Madrid irse de vacaciones navideñas con siete puntos de ventaja sobre los azulgrana y poner tierra de por medio en la Liga.

No les hizo falta a los de Bernd Schuster demasiado virtuosismo para llevarse la victoria y conquistar el simbólico campeonato de invierno, porque el Barcelona, que había ganado todos los partidos disputados esta temporada en el Camp Nou, en Liga y en Champions League, firmó un partido plagado de dudas, las mismas que asaltan a la entidad azulgrana en los últimos tiempos y que ayer parecieron tener repercusión sobre el terreno de juego.

La apuesta de Frank Rijkaard, con el brasileño Ronaldinho de titular, no le dio resultado y su equipo firmó un ejercicio de impotencia, de querer y no poder frente a un rival muy serio, muy contundente en defensa, muy poderoso en el remate, pero con poco fútbol. Rijkaard entendió que era un partido ideal para Ronaldinho, pero el holandés se equivocó. Su estrella es una sombra de lo que fue, que en los últimos tiempos solo aparece una de cada diez veces. La sombra de duda que está dejando el brasileño abre múltiples posibilidades respecto a su futuro.

El problema de los catalanes, sin embargo, no fue Ronnie, sino su incapacidad para poner en marcha sus automatismos, especialmente en la creación. Deco no estuvo preciso, Xavi, tampoco; Touré Yayá cumplió destruyendo y sólo Iniesta tenía las ideas claras. Además, a Eto´o no le llegó ni un sólo balón en condiciones.

SEGURIDAD El Real Madrid lo tuvo más fácil. El alemán Bernd Schuster le dio una pincelada de seguridad a su equipo con la entrada del argentino Heinze por Marcelo en el lateral izquierdo, pero no por ello el Real Madrid fue más conservador. Con una defensa bastante adelantada, un centro del campo presionante y el instinto goleador de la pareja Raúl-Van Nistelrooy.

La fiabilidad defensiva de unos y otros se impuso durante la práctica totalidad del encuentro. Demasiada imprecisión en todos los lugares del campo, mucho respeto al rival y apenas llegadas al área de meta contraria. De hecho, los blancos se acercaron dos veces en el primer tiempo, las mismas que los azulgrana, la diferencia estuvo en la puntería, el Madrid acertó, mientras que el Barça no.

El Madrid llegó por primera vez con una jugada a balón parado. Sacó Sneijder y remató en plancha Pepe (m.12). El partido no acababa de arrancar y los de Rijkaard, tampoco. De hecho, los locales no se acercaron a la meta de Casillas hasta el minuto 30, en una jugada que el portero aguantó primero la acción ante Eto´o y después la de Iniesta.

Notó el Barça la ausencia en el juego del albaceteño durante el primer tramo del partido, Iniesta lo vio, abandonó un poco la banda, buscó protagonismo y lo encontró. En una acción por la derecha, Iniesta sirvió al segundo palo, no llegó Eto´o y Ronaldinho empalmó, Iker Casillas, en el minuto34, salvó a su equipo de lo que parecía el 1-0.

MAZAZO Pero cuando el Barça creía más en sus posibilidades, en una jugada al contragolpe (minuto36), el Real Madrid resumió lo que mejor sabe hacer este año: crear una jugada de gol prácticamente de la nada. En cuatro toques: dos de Raúl y una pared entre Van Nistelrooy y Baptista; los blancos se adelantaron en el marcador (0-1).

La resolución del brasileño fue espectacular.