BENFICA: Moretto; Rocha, Luisao, Anderson, Léo, Beto, Petit, Manuel Fernandes, Simao, Robert (Miccoli, min.46) y Geovanni (Karagounis, min.68).

BARCELONA: Valdés; Belleti, Oleguer, Motta, Gio, Van Bommel, Deco (Gabri, min.76), Iniesta, Larsson (Giuly, min.76), Ronaldinho y Eto´o.

ARBITRO: Steve Bennett (ING). Mostró cartulina amarilla a Iniesta (min.57), Miccoli (min.72), Deco (min.73) y Belletti (min.87).

INCIDENCIAS: Partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones. En la grada, unos 2.800 seguidores del Barcelona.

El Barcelona tendrá que ganar al Benfica en el Camp Nou si quiere alcanzar las semifinales de la Liga de Campeones, después de que ayer fuera incapaz de doblegar al conjunto lisboeta (0-0) en el estadio de La Luz, pese a disponer de numerosas y clarísimas ocasiones para obtener una abultada victoria.

El conjunto azulgrana podía haber firmado en Lisboa una goleada histórica, pero estuvo tan gafado en ataque que al final no tuvo más remedio que resignarse a su suerte, e incluso acabó pidiendo la hora, consciente de que un gol de los lusos al final le podía costar la eliminatoria.

Los catalanes no tuvieron problemas para plantarse, desde el primer minuto, en la línea de tres cuartos rival, sin apenas oposición. Iniesta y Van Bommel lo hicieron en jugada personal, después de encontrar una autopista hasta la zaga del Benfica, pero marraron el tiro.

Poco antes, Ronaldinho lo había probado en un libre indirecto dentro del área y una volea posterior que se marchó por encima del larguero, y Deco había desperdiciado otra clara ocasión al enviar fuera un balón que le había puesto Eto´o y que sólo debía tocar entre los tres palos.

Antes del descanso, Eto´o tuvo otra ocasión de oro para adelantar a su equipo, pero estrelló el balón en Moretto, y Van Bommel, no supo aprovechar otro regalo del portero brasileño --horrible con los pies-- para inaugurar el marcador.

SIN ACIERTO De manera incomprensible, el Barcelona se marchó al descanso sin marcar, y lo que es peor, con la sensación de que tal vez podía acabar pagando en la segunda mitad tanta misericordia con el rival.

El Benfica mejoró en la reanudación, con un fútbol más rápido y directo, y el propio Miccoli estuvo a punto de marcar en un contragolpe que acabó desbaratando primero Valdés y después la defensa azulgrana.

Sin embargo, había pasado un cuarto de hora desde la reanudación y los visitantes ya habían enviado dos balones a los postes --en un disparo de Larsson y un cabezazo de Oleguer-- y habían obligado a lucirse a Moretto tras otra ocasión de Van Bommel.

Pero, con el paso de los minutos, el Barcelona empezó a resignarse e incluso dio la sensación de conformarse con el empate.

El Benfica se plantó en el último cuarto de hora con su portería a cero y pareció creer en sus posibilidades. Puso todo lo que le quedaba sobre el terreno de juego y Simao, muy activo, a punto estuvo de batir a Valdés en un mano a mano que el portero resolvió con acierto.