Barcelona: -4 Valdés; Alves (Adriano, m.27), Piqué, Puyol, Abidal; Busquets, Xavi, Iniesta (Afellay, m.81); Pedro (Bojan, m.81), Messi y Villa.

Málaga: -1 Asenjo; Manolo, Demichelis, Weligton, Mtiliga; Duda, Apoño, Maresca (Eliseu, m.59), Camacho (Recio, m.78), Baptista y Quincy Owusu-Abeyie (Rondón, m.59).

Goles: 1-0, m.8: Iniesta. 2-0, m.18: Villa. 3-0, m.36: Pedro. 3-1, m.68. Duda. 4-1, m.74: Villa.

Arbitro: González González (Comité Castellano-leonés). Mostró cartulina amarilla a Demichelis (m.28) y a Abidal (m.76).

Incidencias: Asistieron al Camp Nou 71.576 espectadores. Antes del inicio del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de Alcides Vicente ´Cacho´ Silveira y de Enrique Vicedo, exjugadores del Barça.

El Barcelona de los récords ha abierto un poco más de hueco en la Liga tras su victoria ante el Málaga (4-1) y el tropezón del Rea Madrid. Los de Pep Guardiola son los mejores en el ecuador del campeonato, los campeones de invierno y superan sus registros partido a partido.

A mitad del camino, el Barcelona asusta. Ha batido el récord de puntos en la Liga (52 puntos), lleva 28 partidos sin perder (23 victorias) y es el mejor Barcelona desde la etapa de Rinus Michels (1973-74), lleva marcados 61 goles a favor y 11 en contra y, globalmente, sus números son mejores que los de la temporada en la que lo ganó todo.

Dieciocho minutos, justo poco más de un cuarto de hora es lo que le duró el Malaga al Barcelona. Sabiendo que el Real Madrid había fallado en la carrera hacia el título, un hito en esta Liga dual, los azulgrana no necesitaron una motivación extra.

SENTENCIA PRONTO Un gol en el minuto 8 y otro en el 18. Pero sobre todo, la impresión de que el engranaje es perfecto, los mecanismos funcionan y, además, la creatividad es el santo y seña de los de Guardiola.

Dirigidos por Xavi e Iniesta, espléndidos; y con Leo Messi que hoy se puso el traje de pasador. El primer gol fue de Iniesta. El albaceteño acertó de primera un servicio de Alves. Andrés, un tipo que en su carrera se ha distinguido por su clarividencia, pero no por sus goles, ahora ya hasta marca con asiduidad. Su tanto fue exquisito. Es el sexto de la temporada en la Liga, unos números que, como mucho, firma al término de la campaña.

El Málaga sintió el primer gol. Asenjo evitó el 2-0, en una acción de Pedro; y tuvo suerte cuando vio que un remate de Xavi desde fuera del área dio en el palo (m.17). Al minuto siguiente, Messi, el mejor goleador del mundo, asistió a Villa. El asturiano no perdonó. Era su decimotercer gol en Liga en su primera temporada como azulgrana. El partido estaba finiquitado. El Málaga de Manuel Pellegrini se había quedado muy pronto sin respuestas y sólo por un contratiempo, la lesión de Dani Alves, el Barça perdió momentáneamente el hilo del juego.

Alves pidió el cambio después de notar un pinchazo en el bíceps femoral de la pierna derecha. Entró Adriano (m.27) y retomó el Barça la historia del partido cinco minutos después.

No acertó Messi, pero sí Pedro. Una combinación del argentino con Iniesta no fue aprovechada por el albaceteño, pero el rechace lo cazó el canario, siempre atento. Con 3-0 a falta de nueve minutos para el descanso, el Barça estaba dispuesto a superarse, pero el marcador ya no varió más, porque Villa y, especialmente, Messi, a quien sus compañeros buscaron con insistencia, no estuvieron acertados.

Y con el partido decidido, el Barça no arriesgó más en el segundo tiempo, periodo en el que los de Guardiola controlaron la situación sin agobios.

El Málaga remató por primera vez sobre la meta de Valdés en el minuto 65 y en el segundo, los de Pellegrini, marcaron en un buen lanzamiento directo de falta de Duda (3-1, m.68).

Con el gol, los andaluces aumentaron sus revoluciones, pero quien se espabiló fue el Barça. Tuvo suficiente con un cambio de ritmo de Xavi y un desmarque de Villa para marcar el cuarto. El asturiano sorteó a Asenjo con calidad y cerró el partido (4-1, m.74).

Por una vez, no marcó Messi, pero el Barça dormirá un poco más lejos del segundo y tiene cuatro puntos más que el Madrid, una ventaja que parece un abismo en la Liga más igualada.