Desesperado anda el Barça porque se le acaba el tiempo para completar su plantilla. Desesperado anda también Coutinho porque ve que el Liverpool rechaza sin pestañear oferta tras oferta de los azulgranas, por muy elevadas que sean. Desesperados están en el club barcelonista porque el mercado está a punto de echar el cierre definitivo (a las doce de la noche del viernes) y no llega la preciada y valiosa pieza que cerraría el proyecto de Valverde.

Aunque le cueste más incluso que Ousmane Dembélé, el fichaje más caro de la historia del Barça, con 105 millones fijos y hasta 40 más en variables. Sería entonces Coutinho el número uno de ese ranking porque su fichaje podría ascendenr a los 160 millones de euros, incluyendo los variables. El Liverpool, mientras, intenta cerrar el fichaje del internacional francés Thomas Lemar (Mónaco), dispuesto a incluir a Origi, el delantero belga, en esta operación. Como hace el Barça con Coutinho, el club inglés ha ido elevando su oferta por Lemar. Y la última, rechazada por el Mónaco, era de 75 millones.

Robert cuchichea con Dembéle en la presentación del francés. / JORDI COTRINA

"Tener 222 millones de euros ha sido una dificultad, pero movernos con rapidez nos ha ayudado", comentó Robert Fernández, el secretario técnico azulgrana, en la presentación del joven francés, donde también anunció la llegada "de un jugador más o dos". La rapidez no ha sido tal porque el club llega a las últimas horas del mercado con deberes (e importantes) por hacer.

Maxima presión

De momento, no ha llegado nadie más, presionado como anda el club por el final del mercado y por las necesidades que demanda Valverde. «Quiero una plantilla acorde a las exigencias que tendremos», recordó el técnico en un mensaje en el que ha insistido en la última semana. El primero es Coutinho, que no ha jugado ni un solo minuto en esta pretemporada con el Liverpool. Ni siquiera ha debutado en la Premier o en la previa de la Liga de Campeones.

Coutinho celebra un gol con el Liverpool.

Alegó Jürgen Klopp, el técnico de los reds, que tenía problemas en la espalda. Pero llegó el lunes a Brasil para unirse a la concentración de la ‘seleçao’ y, de inmediato, desaparecieron esas molestias, al punto de que ya está disponible para jugar. O sea, debutar este verano en el duelo contra Ecuador que jugará el equipo de Tite el viernes.

A Coutinho, en una última y desesperada medida, solo le faltaría decir públicamente que no quiere continuar en Anfield, asumiendo el riesgo que eso implica. En privado ya lo ha hecho. Y a través de la vía legal fijada en Inglaterra que es el transfer request. Ni así ha logrado el futbolista brasileño (25 años) quebrar la férrea voluntad del Liverpool, desesperado como está al ver como el reloj del mercado se le echa encima.

Messi y Di María, en el entrenamiento de la selección argentina.

Opción Di María

El Barça apurará hasta el último suspiro por Coutinho porque es una prioridad de Valverde. Por si acaso, queda la alternativa de Ángel Di María (29 años, rosarino como Messi), aunque al club le resultaría difícil explicar esta operación con el ParíS SG, el equipo que primero no le quiso vender a Verratti y después, ejecutando la cláusula de 222 millones, le arrebató a Neymar provocando un tsunami. Un tsunami del que todavía no se ha recuperado el barcelonismo, deprimido por la fuga de la estrella que estaba destinado a suceder a Leo.

Mientras, y ya con el tiempo a punto de agotarse, el Barça halla salida para Marlon, el joven central brasileño. Se va cedido al Niza por dos años, mientras Douglas podría acabar en el Benfica, sin saberse aún donde irán André Gomes, Rafinha, Arda Turan, Munir....