Es evidente que el Barça tiene un problema de comunicación. Es lo que explica que el departamento del club que rige este apartado haya tenido cinco directores desde el 2010, año de inicio de mandato de Sandro Rosell. El último damnificado es Albert Roura, en el cargo desde septiembre del 2015, quien también ha sido engullido por la trituradora comunicativa azulgrana. Nada nuevo porque antes que él cayeron otros cuatro.

El primer director de Sandro Rosell fue Pere Jansà, ahora al frente del área social del club. Luego le siguieron Ketty Calatayud, Xavier Martín y Albert Montagut. Ahora le ha tocado el turno a Roura. La junta anda reunida desde las dos de la tarde y durante la misma tiene previsto hacer una rueda de prensa para anunciar el relevo del nuevo responsable de comunicación.

LOS DESENCUENTROS

La marcha de Albert Roura se produce después de no pocos encontronazos entre el 'Dircom' saliente y la directiva del Barça. Roura, que había ejercido tareas de responsabilidad en la comunicación de grandes empresas (La Caixa, El Corte Inglés, Aguas de Barcelona, Palau de la Música), ha topado en el Camp Nou con un modus operandi que chirriaba con su experiencia. Su propósito de aplicar una gestión similar a los de instituciones ultra profesionalizadas como la NFL, la NBA o la Premier League se ha encontrado de frente con la opinión de la mayoría de los directivos.

Uno de los episodios de discrepancia entre Roura y el club fue la famosa campaña ‘Tots som Messi’, a propósito de la condena al argentino por fraude fiscal, que no contó con el beneplácito del departamento de comunicación. También hubo colisión cuando el Barça decidió que los jugadores no iban a dar entrevistas individuales salvo en los medios oficiales de la entidad. La idea tuvo que ser abortada en pocas horas dado el revuelo que causó en las redes sociales.