David Villa llega hoy a Barcelona y mañana, con el siete a la espalda en la camiseta azulgrana, pisará el Camp Nou. Las puertas del estadio se abrirán de par en par para recibir al goleador asturiano, ilusionado como un niño por llegar finalmente al club grande que reclamaban sus goles. Villa sigue la senda que trazó Quini a inicios de la década de los 80. Ni él había nacido entonces aún cuando otro asturiano aparecía en el Camp Nou para hincharse a marcar. Del Brujo al Guaje y la historia continua, mientras el Barça se vuelca ahora en la negociación con el Arsenal para fichar a Cesc, la otra prioridad de Guardiola.

La maquinaria no se detiene. En menos de una semana, el club azulgrana se ha hecho con Villa, convertido en el segundo fichaje más caro de la historia del Barcelona por los 40 millones que se abonarán al Valencia. No hay variables. La cifra está cerrada. "El Barça es el mejor club al que podía ir", dijo ayer el delantero asturiano en unas declaraciones a Canal 9. En su despedida, a través de una carta abierta en la web oficial del Valencia, Villa agradeció los cinco "maravillosos" años que ha vivido en Mestalla. "Siempre llevaré al Valencia muy dentro de mí, lo he dado todo", escribió Villa. En el Camp Nou le esperaban hace tiempo con los brazos abiertos. "Me ha demostrado las ganas y el cariño que tenían por ficharme", admitió.

Tras un año de espera, el Valencia aceptó la oferta en "48 horas" como reconoció el presidente Manuel Llorente porque no le quedaba más salida.

CONVENCER A WENGER Mientras Villa, que llega hoy a Barcelona, disfruta de sus primeras horas como culé, el club sigue trabajando en la contratación de Cesc. El jugador ya ha hecho todos los pasos necesarios para terminar en el Camp Nou. Primero anunció públicamente la pasada semana que si abandonaba el Arsenal solo sería para ir al Barça. Despues, viajó el pasado martes a Londres para comunicarle ese deseo a Arsene Wenger, el técnico que ha moldeado su carrera deportiva. El Barça, una vez sea presentado mañana Villa, se concentra en el fichaje de Cesc. El club catalán ofrece inicialmente 30 millones de euros por el centrocampista, pero debe convencer a Wenger porque el Arsenal exige más.