Obligado a mantener el pulso con el Madrid en la pelea por el título, el Barcelona visita hoy (20.00 horas, Gol TV y C+ Liga) por vez primera el nuevo estadio del Espanyol para disputar un derbi de altura y con una intensa carga emocional para ambos equipos.

Consciente de que se juega la Liga, el Barça afronta el derbi de la ciudad con la necesidad de estrenarse con una victoria en Cornellá, para lo que deberá olvidarse durante al menos 90 minutos del partido que el próximo martes jugará en Milán ante el Inter.

Una de las grandes incógnitas del Barça será la de comprobar hasta qué punto su entrenador puede reservar a sus jugadores más importantes para su partido europeo, aunque Guardiola ha dejado entrever que ya no hay lugar para rotaciones ni descansos.

El Barça, que podría jugar en Cornellá con hasta ocho canteranos en su once inicial, intentará aprovechar al máximo su rápida circulación de balón para evitar el cuerpo a cuerpo que probablemente plantee su rival ciudadano. "Tenemos que chocar poco, y eso depende en buena medida de nosotros", avisa Guardiola.

Con Alves y Maxwell en los laterales, Puyol y Piqué formarían la pareja de centrales, con Busquets y Xavi en la creación y una posible línea de tres medias puntas --Messi, Pedro y Keita--, culminada con la presencia de Bojan en la posición reservada al delantero centro, habitualmente ocupada por Ibrahimovic.

AGUERRIDO ESPANYOL Desde el pasado domingo, y pese a la jornada entre semana que acabó con una dolorosa derrota en Santander, el derbi centra toda la atención del Espanyol. La victoria ante el Barça es una de las pocas alegrías que el equipo blanquiazul puede brindar a su afición esta temporada y los jugadores parecen haberse contagiado de este sentimiento.

Pochettino, que podrá contar con Kameni, ha sabido jugarle al Barcelona. El Espanyol, de hecho, se ha convertido en un rival muy incómodo para el conjunto azulgrana, que solo ha podido ganarle por la mínima en Liga y que el año pasado ya perdió en el Camp Nou (1-2).

Más allá de la rivalidad, en cualquier caso, para el Espanyol es un partido importante. Aunque ocupa una zona relativamente cómoda, una derrota supondría un contratiempo importante que podría complicarle.