De Barcarrota a París

Con una sonrisa de oreja a oreja, contaban cómo habían vivido los últimos días y cómo lo estaban llevando el resto de familiares (su tía, Maria del Carmen Contador, el marido de ésta, Manuel Torres, sus primos, David y Raquel, la madre del protagonista y su hermano Francisco Javier Contador) que han viajado hasta Francia para recibirlo como se merece, contaba desde Barcarrota su prima, María Torres.

Su madre le había contado que aún no había logrado verlo, que le había sido imposible, que se reunirán con él lo antes posible, una vez finalizada la celebración en la ciudad parisina. También que estaba muy nerviosa y contenta y que ayer rompieron a llorar cuando terminó la carrera. Decía que el padre de Alberto no podía ni hablar.

Apoyo de Barcarrota

Belén, la hermana de María, se le veía contenta y emocionada. Estaba muy agradecida con la gente del pueblo por el apoyo que todos estaban teniendo desde el primer momento y por la expectación que se había vivido en estos dos últimos días en la localidad.

"Estoy muy contenta y orgullosa por mi primo. Yo nunca hubiese pensado que iba a llegar a donde está", nos decía Belén. Esta añadía, "sobre la gente del pueblo, no nos esperábamos ni que saliera, pero se ha volcado bastante y cada día cuando vamos por la calle nos dan la enhorabuena. Por todo, estamos muy agradecidos".

Durante la visita al domilio de la familia Contador en Barcarrota, sus parientes tuvieron la amabilidad de enseñarnos la vieja bicicleta de Alberto Contador que se encontraba en el patio de la casa. Con ella, ganó la primera carrera en Barcarrota cuando tan sólo tenia 12 años.

Su prima añadía, como anécdota, que "el mérito no sólo fue ganar la carrera, sino que, cuando llegó Contador, la carrera ya estaba empezada. Pero, a pesar de ello, consiguió adelantar a los demás hasta convertirse en el ganador". Ya se le apreciaban maneras al chaval, pero nunca pensaron que llegaría tan lejos. Una leyenda del deporte.