El Barcelona necesita sumar una victoria convincente hoy ante Osasuna en el Camp Nou no sólo para mostrarse como un líder sólido en la Liga española, sino para demostrar que en nada le ha afectado la primera derrota de la temporada sufrida el miércoles en la Liga de Campeones ante el Milán (1-0).

Pero si Osasuna arranca algo positivo del Camp Nou ello podría afectar al buen estado de ánimo de un equipo barcelonista que ha sabido hasta ahora sobreponerse a las numerosas bajas por lesión que ha tenido en el arranque de temporada.

La derrota de Milán ha abierto un debate en el barcelonismo sobre si ha habido un exceso de búsqueda del juego bonito en los últimos partidos, en detrimento de la efectividad.

POCOS GOLES Los datos reflejan que el Barcelona sólo ha marcado dos goles en los últimos tres partidos, pero su sólida defensa (sólo ha encajado un tanto) le ha permitido ganar los dos primeros (1-0 al Numancia en el Camp Nou y 0-1 en campo del Espanyol) y sólo caer en el último (1-0 en Milán).

El técnico barcelonista, Frank Rijkaard, terció en ese debate al declararse partidario del juego creativo, pero pedir a su vez un equilibrio entre éste y la efectividad. El regreso del delantero francés Giuly, tras superar una lesión muscular que le ha hecho perderse los dos últimos partidos, supondrá un ligero alivio para una plantilla que había afrontado esos dos encuentros sólo con 13 jugadores del primer equipo. Aún así, Rijkaard tiene que seguir tirando de jugadores del filial, en este caso el meta Rubén, el defensa Damiá y el centrocampista Arnau, para completar la convocatoria.