El Barcelona tendrá hoy ante el TsSKA de Moscú, una nueva oportunidad para luchar por el preciado galardón europeo, lo hará en el Sant Jordi y ante un buen número de fieles seguidores, quienes esperan una victoria que les permita soñar con la Euroliga.

El equipo de Svetislav Pesic está muy mentalizado ante el envite. Sabe que el conjunto moscovita está formado por grandes jugadores y que no se puede permitir alegrías si no quiere verse fuera de la final del domingo.

Pesic ha aleccionado a los suyos. El técnico, un amante del trabajo constante, cuida todos los detalles y espera que en la hora decisiva nadie falle. Ha comprobado como su estrella, Dejan Bodiroga, está a magnífico nivel, también el base lituano, Saras Jasikevicius, un jugador llamado a desequilibrar cualquier encuentro. Sin embargo, las buenas noticias en el Barcelona tienen nombre y apellidos, porque Juan Carlos Navarro, después de unos meses con un juego poco convincente, vuelve a estar a su mejor nivel y cuando eso ocurre, el Barcelona está en una inmejorable disposición para ganar.

La ansiedad por la obligatoriedad que se ha autoimpuesto el Barcelona y en Barcelona por la victoria puede ser el peor enemigo. Después de las múltiples experiencias negativas en la máxima competición continental, los azulgranas saben que los principales enemigos pueden ser ellos mismos.

OBJETIVO DE LA TEMPORADA

De todos modos, el cuadro blaugrana se ha mostrado a un gran nivel durante toda la temporada. Ha dado lo mejor de sí mismo cuando la situación lo requería y apuró sus opciones en un dramático encuentro ganado en Atenas frente a Olympiacos, en un partido que sirve a los equipos para crecer.

Bodiroga ha sido el santo y seña de un equipo construido casi en exclusiva para conquistar la Euroliga. El yugoslavo fue fichado a principios de temporada, junto con Gregor Fucka y Patrick Femerling y se ha mostrado como el jugador que puede marcar todas las diferencias.

De hecho, así ha ocurrido a lo largo de la temporada. Promedia diecinueve puntos por partido y en valoración global también está entre los mejores. Los momentos de tensión los juega con gran acierto, tal y como demostró en la pasada final de la Euroliga cuando lideró el triunfo del Panathinaikos en la cancha del Kinder de Bolonia, y es la gran esperanza del barcelonismo en este tipo de partidos.

El balance de los catalanes en la competición ha sido bueno, aunque se mostraron irregulares lejos del Blaugrana, ya que perdieron en las pistas del Cibona (94-77), Skipper (82-70) y Benetton (94-82).

Después, en la fase decisiva, fallaron en la cancha del Olimpia de Liubliana (72-69) y tuvieron que sufrir hasta el final para conseguir una plaza entre los cuatro elegidos.

En el otro bando, Pesic y Bodiroga tendrán a un viejo conocido, el técnico serbio Dusan Ivkovic, un entrenador de los de la escuela yugoslava de siempre que seguro que preparará algo especial para frenar a la estrella barcelonista.

Pero el TsSKA no lo confía todo en la defensa. Es uno de los grandes equipos de la competición, tiene un base de un excelente nivel (John Robert Holden), un jugador desequilibrante, creativo y que ha conducido al tradicional equipo del Ejército Ruso a lo más alto.

PRINCIPALES ARMAS DEL TsSKA

El equipo que preside el mítico Aleksandar Gomelski dispone de otro estadounidense de calidad, el pívot Victor Alexander, un baqueteado jugador, curtido en cientos de partidos y que en Moscú está a su mejor nivel.

También destacan el griego Nikos Hatzvirettas, el lituano Darius Songailas, así como los rusos Serguei Panov y Aleksandar Bashminov.

Pero el potencial real de los rusos se demuestra a partir de los resultados obtenidos a lo largo de la competición. En la primera fase perdió dos partidos (Asvel Villeurbanne y Partizan de Belgrado) de los catorce jugados y en la fase decisiva, sólo perdió un encuentro.

El Barcelona, con ocho participaciones, es, de largo, el equipo que más veces ha disputado una Final a Cuatro de la Euroliga o la antigua Copa de Europa.

Tras el equipo azulgrana, se sitúan el Maccabi de Tel Aviv israelí y el Panathinaikos griego, ambos con seis Finales a Cuatro disputadas, mientras que el Olympiacos y el Benetton italiano han jugado cuatro y Jugoplástika (YUG), Partizán (YUG), Limoges (FRA), Real Madrid (ESP),