Extremadura ha respirado deporte de base por los cuatro costados durante el fin de semana: fundamentalmente Cáceres (gimnasia, atletismo, natación, fútbol sala); pero también Almendralejo (balonmano), Badajoz (judo), Quintana (baloncesto) y un largo etcétera que hace bueno el lema ´deporte desde la base´. Perfecto, nada que objetar. Incluso, los ejemplos han sido esplendoros: darse una vuelta por la Ciudad Deportiva cacereña en la mañana de ayer era un ejercicio interesantísimo para la vista. Pero estamos en lo de siempre, en el eterno debate: nuestros clubs más importantes se mueren, ahogados por los problemas económicos, que derivan, en la mayoría de las ocasiones, en fracasos deportivos si es que lo dinerario no ha causado el crack antes. Casos como el del Cáceres de baloncesto que, si nadie lo remedia, venderá sus derechos en la LEB esta semana, confirman el desequilibrio entre la buena salud de la base y la agonía de una buena parte de la élite. Y eso es muy malo.