La batalla final de las elecciones a la presidencia del Real Madrid se dirimirá hoy domingo después de una intensa guerra entre los tres candidatos, Florentino Pérez, Lorenzo Sanz y Arturo Baldasano, con el voto por correo como detonante.

Entre las 09.00 y las 20.00 horas, en el pabellón Raimundo Saporta de la Ciudad Deportiva, 65.197 socios con derecho a voto de los 87.000 que tiene el Real Madrid, podrán decidir quién es el nuevo presidente blanco.

Pérez, Sanz y Baldasano afrontan los últimos metros de la carrera electoral enzarzados en una disputa que subió de tono en los últimos días.

El voto por correo ha sido la clave de la polémica. Sanz y Baldasano, pero en especial el primero, han acusado a Pérez de haber cometido irregularidades en la captación del mismo. Sanz, incluso, presentó una demanda ante los tribunales por ese mismo motivo.

No consiguió su objetivo de que el sufragio por correo fuese anulado, aunque sí logró que el juez ordenase a la candidatura de Florentino Pérez que dejase de recoger apoyos por carta desde el jueves.

Sanz, cuando era presidente del Real Madrid, perdió las elecciones del año 2000 ante Florentino Pérez por culpa del voto por correo y ahora ha mirado con lupa cómo se ha movido su principal adversario en ese terreno.

DOS URNAS La Junta de Gestión Electoral, "para evitar cualquier posibilidad de impugnación", decidió que se instalasen dos urnas en cada mesa, "de tal forma que en el escrutinio que se haga al final de la jornada se puedan determinar con precisión los resultados de voto presencial y del voto por correo separadamente".

La campaña electoral, por tanto, ha estado marcada por la guerra del voto por correo, que ha relegado a un segundo plano la exposición de los proyectos que para el Real Madrid tienen los tres candidatos.

Pérez ha confeccionado en los últimos cuatro años una plantilla repleta de calidad, aunque en la última temporada, sin embargo, el Real Madrid no ha añadido ningún título a su palmarés.

Lorenzo Sanz y Arturo Baldasano están convencidos de que ha sido la consecuencia de una política deportiva equivocada, con una plantilla desequilibrada, con muchas estrellas y pocos futbolistas de clase media.