La incertidumbre y las especulaciones en torno al futuro del centrocampista del Manchester United David Beckham terminaron ayer con la confirmación oficial del Real Madrid del acuerdo alcanzado con el capitán de la selección inglesa para los próximos cuatro años.

La entidad madrileña ultimó la contratación del jugador con la entidad de Manchester, a la que pagará finalmente 25 millones de euros en concepto de traspaso más otros 10 en concepto de incentivos, es decir, en función de la clasificación que obtenga el Madrid en la Liga española y en la Liga de Campeones.

El club madridista, que abonará ahora 7 millones de euros a la entidad inglesa y el resto en los próximos cuatro años, tiene previsto presentar al futbolista el 2 de julio. Un día antes, Beckham llegará a Madrid para pasar el pertinente reconocimiento.

La reveladora imagen publicada ayer por el periódico británico The Sun ha precipitado los acontecimientos. La fotografía captada en Cerdeña delataba al directivo madridista Pedro López Jiménez y al director general de márketing Jose Angel Sánchez junto al director gerente del United, David Gill. Horas después, la confirmación del traspaso del jugador al Real Madrid ha sido un hecho.

EL BARÇA, SIN ESTRELLA

El panorama del internacional inglés se ha despejado precipitadamente en los últimos días. La discreción con la que el Real Madrid preveía desarrollar los acontecimientos se fue al traste desde Barcelona. Justo cuando el entonces candidato a la presidencia anunció un acuerdo con el Manchester para la adquisición de Beckham. Fue hace ocho días.

La entidad dirigida por Florentino Pérez se mantuvo en silencio mientras los agentes del centrocampista británico descartaban públicamente la opción barcelonista. El Real Madrid ya tenía estudiada la proyección y la rentabilidad de un jugador que es una mina en el mercado asiático.

Y el futbolista también había dado sus pasos. Reservó en su día dos plazas de colegio para sus hijos en La Moraleja, donde residirá junto a su mujer, la exSpice Girl Victoria Adams.

Ni siquiera los consejos de Johan Cruyff, que expresó la conveniencia de que el capitán inglés aceptase la oferta del Barcelona, han alterado la idea preconcebida de Beckham, que prefiere volver a disfrutar del fútbol y olvidar las diferencias con su entrenador, Alex Ferguson, en la plantilla más potente de Europa.