La respuesta de la afición del Santiago Bernabéu y del Málaga de Antonio Tapia examinan a la plantilla del Real Madrid que llega, sin posibilidad de fallo, a un partido que servirá de termómetro del madridismo tras caer eliminado de la Liga de Campeones y complicar sus opciones al título liguero.

Directiva, plantilla y cuerpo técnico del Real Madrid han apelado a la unión y el esfuerzo para seguir luchando en los diez partidos que restan para finalizar una temporada en la que se resisten a bajar los brazos.

El mensaje de unión y tranquilidad transmitido por Florentino Pérez y de total apoyo a Vanderlei Luxemburgo, ha de tener su efecto ante el Málaga, equipo que debe pagar los platos rotos según el pensamiento de los jugadores madridistas.

Obligado a ganar y sin margen de error a la espera del resultado del Barcelona, Luxemburgo cuenta con el regreso de Michel Salgado y la única baja de Thomas Gravesen, por sanción. Su puesto lo ocupará Guti. Figo volverá a la banda derecha y David Beckham hará lo propio al doble pivote. El resto de jugadores serán los mismos que cayeron en Turín y Getafe.

DUDAS El entrenador del Real Madrid, reconoció tras una semana en la que ha recibido el apoyo de Florentino Pérez, que habló con él "porque tenía dudas" tras las derrotas contra Juventus y Getafe.

"Hubo un momento en el que pregunté porque tenía dudas en mi cabeza cuando perdimos. Hablé con el presidente y me recordó que tengo contrato", admitió. "En mi contrato señala que me resta un año por cumplir y las palabras del presidente no son para que me dan más o menos orgullo. Los cambios de las encuestas llegan en 90 minutos. En España vimos cómo el 11 de marzo, tan traumático, cambió la elección del presidente. No me preocupan las encuestas, por ejemplo en Brasil cuando un equipo como el Corinthians no gana, se da la vuelta al coche", agregó sin dar importancia a los rumores de la semana que apuntaban a Fabio Capello como técnico del futuro.