El pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó ayer de forma definitiva el plan especial para reformar el estadio Santiago Bernabéu, que tendrá una cubierta retráctil y podrá además albergar zonas comerciales o un hotel. El plan especial se aprobó con los votos a favor del PP, Ahora Madrid y Ciudadanos y la abstención del PSOE, que, en referencia a la anulación por los tribunales del proyecto primigenio del 2012, alertó de que tampoco el actual ofrece garantías jurídicas suficientes.

El Madrid y el Ayuntamiento de la capital alcanzaron en mayo del año pasado el acuerdo para la reforma del estadio, que costará al club unos 400 millones de euros. Se espera que las obras puedan comenzar este verano aunque se prolongarán durante 2018 y 2019 al realizarse de forma exclusiva fuera de la temporada futbolística.

El plan del 2012 anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid en febrero del 2016 incluía la ampliación, el incremento de altura y la cobertura total del estadio, la creación de nuevas zonas verdes y la implantación de usos terciarios en el frente del paseo de la Castellana.

Con el nuevo plan se ordenan en total 90.000 metros cuadrados de los alrededores del Bernabéu, y el club costeará los 13 millones de euros de la remodelación de 37.000 metros cuadrados de espacio público.

El estadio podrá tener una altura de 12 metros más, una ampliación necesaria para poder instalar una cubierta retráctil articulada. El proyecto incluye la demolición del centro comercial la Esquina del Bernabéu y la creación en su lugar de un área ajardinada de unos 6.000 metros cuadrados. El espacio situado entre la Castellana y la fachada oeste del estadio, ahora destinado a aparcamiento, se convertirá en una plaza pública de uso peatonal.