Visto desde la terraza de la cafetería más se parece a una de esas películas americanas de estudiantes universitarios que a la imagen más común de Africa. Chicas rubias de gran sonrisa y negros moldeados en el gimnasio bromean mientras beben unos refrescos que les permitan sobreponerse a un calor inusual de principios del invierno austral, un césped bien cortado que rodea todas las instalaciones, un orden impecable y grupos de atletas que corren, saltan o lanzan la jabalina a las órdenes de los técnicos.

Es el Instituto de Alto Rendimiento (IAR) de la Universidad del Noroeste, en la ciudad de Pocthefstroom --nombre que incluso a los locales les resulta difícil de escribir sin equivocarse y que normalmente abrevian en un simple Potch-- en Suráfrica, dondeonde se hospedará España durante su estancia en el Mundial.

"Es el mejor centro de educación deportiva de élite del país y uno de los mejores del mundo", explica orgulloso Jean Verster, su director. "Por aquí pasan cada año centenares de deportistas de más de 60 países". Y es que hace unos años la dirección de esta universidad pública, con más de 40.000 estudiantes, decidió especializarse en estudios "no convencionales", como la música o el deporte e invertir para ello en modernas instalaciones que permitiesen captar estudiantes extranjeros.

A 1.500 metros de altitud

El resultado de la estrategia es el IAR, escuela de primer nivel que aprovecha para promocionarse su inmejorable situación geográfica: más de 1.500 metros de altitud, temperaturas benignas y poco más de 50 días de lluvia al año. Además de unos precios muy competitivos y el mismo horario que en Europa, por lo que la mayoría de los deportistas extranjeros son de este continente.

Junto a las pistas de atletismo y campos de rugby y críquet (los deportes más populares en Suráfrica junto con el fútbol), el IAR cuenta con un moderno gimnasio con toda la tecnología punta, máquinas cardiovasculares y piscinas olímpicas. El campo de fútbol y la residencia de estudiantes han sido construidas desde cero aprovechando el tirón del Mundial y los jugadores de La Roja los estrenarán.

Mientras da un paseo por las nuevas instalaciones --a las que les están dando los últimos retoques--, Verster repite una y otra vez la buena relación que han tenido con la Federación Española. "Muy buena gente", asegura.

El alojamiento de la selección incluye más de 80 habitaciones en una pequeña urbanización de cómodas casas de dos pisos, un restaurante, bar, salas de reunión y masaje, piscina al aire libre "salas de reunión y masaje, piscina al aire libre", apunta Verster, y canales en español en la tele. Todo decorado con banderas rojigualdas. Un esfuerzo inversor que permitirá al IAR mantener su crecimiento en los próximos años.

"La gran ventaja que ofrecemos respecto a otros sitios es que aquí se encuentran todas las facilidades necesarias sin salir del recinto. Solamente andando menos de 100 metros ya estarán en el restaurante, el gimnasio o el campo de entrenamiento", dice un apasionado Verster. Y recuerda, conocedor que la seguridad es una de las principales preocupaciones de las selecciones extranjeras, que "las selecciones serán más vulnerables en los recorridos en autocar".

Esta obsesión por los desplazamientos por carretera ha llevado a la ciudad a ampliar la pista de su aeropuerto --en realidad un modesto aeródromo militar-- hasta los 450 metros. Esto permitirá a la selección volar directamente desde Potch hasta Johannesburgo, Durban o Pretoria, donde jugará los partidos de la fase inicial. El problema estas últimas obras se han retrasado.