El Athletic Club encarará hoy (19.30 horas) el partido de vuelta de la Q3 de la Liga Europa ante el Young Boys suizo con la obligación de ganar el encuentro para poder superar el 0-1 de la ida en San Mamés y, además, a hacerlo sobre césped artificial, lo que le otorga aún más dificultad a la ya complicada tarea de remontar una eliminatoria a domicilio.

Al equipo bilbaíno este primer compromiso de la nueva competición europea, sustituta de la UEFA, le ha llegado a contrapelo, demasiado pronto, todavía en pretemporada y casi sin haber completado un mínimo de preparación necesaria.

Notaron en demasía los de Joaquín Caparrós la diferencia de chispa en el partido de ida ante un rival mucho más rodado y que cuenta casi por alegrías las cosas que le están sucediendo en este inicio de campaña 2009-2010.

El Young Boys ha comenzado el año futbolístico pletórico, con tres victorias y un empate en su liga, que aunque no es de las grandes de Europa, sí tiene cierto nivel.

A Suiza ha viajado el conjunto vasco con la duda del estado físico de Yeste, que sufre un leve esguince en el tobillo derecho.