Es costumbre en el Municipal San Isidro de Sierra de Fuentes que los descansos estén amenizados por el bingo que el Amanecer organiza para obtener una ayuda extra y de paso entretener a sus aficionados. Ayer las ventas de cartones crecieron y el acumulado llegó hasta los 130 euros.

Pero este bingo nada tiene que ver con el que a Félix Campo --que ayer vio a su equipo-- redunda pingües beneficios cada temporada y por el que muchos piensan que el empresario salmantino sigue amarrado a la poltrona verde sin más objetivo deportivo que el de un equipo en la zona media de Tercera para engordar su bolsillo particular con los ingresos atípicos que se generan desde la avenida de Portugal.

Aunque la rumorología apunta por enésima vez a que la venta del Club Polideportivo Cacereño SAD podría estar gestándose, difícil parece que Félix Campo venda lo que desde fuera se ve como un negocio redondo .

Pero lo que engorda por el lado empresarial decrece en el resto del club verde. Ayer no hubo autobús galáctico en Sierra de Fuentes y los jugadores fueron en sus coches por primera vez en muchos años. Además, los fichajes anhelados por el entrenador tendrán que esperar para la próxima temporada.