Un biólogo peruano, Alfredo Salazar, ha puesto sobre el tapete el secreto del famoso pulpo Paul: en realidad el cefalópodo no hace predicciones, sino que es atraído por los colores brillantes de las banderas que colocan en su estanque antes de los partidos del Mundial de Suráfrica.

Aunque Paul ha acertado hasta el momento en casi todos sus pronósticos, incluida la victoria de España sobre Alemania en una de las semifinales, el biólogo se mostró escéptico sobre las dotes de vidente del mediático pulpo.

Salazar, miembro de la clínica veterinaria limeña Rondón, afirmó con claridad en la emisora Radio Programas del Perú (RPP), que el pulpo puede ser influenciado por sus criadores u otros miembros del acuario alemán donde se encuentra.

"Tengo mis dudas, todos saben que ningún animal, como las personas, puede predecir el futuro. Creo que está siendo influenciado por los criadores o por el mismo acuario donde se encuentra. Estos animalitos son muy inteligentes, pero pueden ser atraídos por alguna comida o algunos colores", declaró Salazar a RPP.

El biólogo peruano reiteró que los pulpos están entre los invertebrados "más inteligentes" por su cerebro grande y pueden distinguir los colores, principalmente los más claros de observar.