El entrenador del Cáceres, Ñete Bohigas, lanzó ayer un mensaje de tranquilidad a la hora de valorar el trabajo que se está haciendo para ultimar la confección de la plantilla. "Intentaremos hacer un equipo lo más competitivo posible, pero no hay que tener prisa, ya que no tenemos margen de error", en referencia a las limitaciones económicas del nuevo proyecto.

Bohigas, que acaba de regresar del campeonato de Europa cadete, en el que ha entrenado al equipo español, cree que el futuro Cáceres "va a ser más humilde, pero no quiere decir que menos competitivo que el de la temporada pasada". El técnico reconoce que la marcha de Darío Quesada y las negociaciones frustradas por el fichaje de José María Panadero han trastocado los planes, aunque dice no estar excesivamente preocupado por el equilibrio del equipo.

LO QUE RESTA Bohigas informó que al equipo le restan aún tres fichajes por hacer: un escolta-alero nacional (que podría ser Juanmi Morales), un americano exterior y un pívot nacional. Del mismo modo, confirmó que, previsiblemente, su hermano Javier Bohigas será su ayudante en el banquillo, del mismo modo que no descartó la continuidad de Angel De Pablos ("hay sitio para todos en este club").

Por su parte, ayer se oficializaron los fichajes del montijano Mariano García como preparador físico y del cacereño José Carlos Mena de fisioterapeuta.