El Plasencia Extremadura afronta mañana su partido en Pamplona frente al Navarra, con la ambición de pelear por meterse en la final de Copa y todo pasa por volver con la victoria, a pesar de la convulsión que vive la entidad tras los malos augurios que relató el presidente Oncina sobre al futuro económico.

El técnico Ñete Bohigas sabía de esta situación: "me habían llegado rumores, que se han cumplido, en lo profesional me afecta que no podamos fichar, lo que nos rompe los planes. Por el resto no estamos preocupados ya que estamos al día en los pagos y con las suficientes garantías para terminar la temporada".

Considera Bohigas que la falta de liquidez rompe muchísimo los esquemas deportivos: "se nos ha roto Barceló, y teníamos todo decidido sobre quién era su recambio, pero si a partir de ahora si tenemos otra lesión quedaríamos muy diezmados". Si la situación económica no se arregla, para Bohigas la opción dada por el presidente de conseguir el ascenso directo es casi un imposible.

Si el conflicto con la UTE Servicios de Plasencia no tiene una pronta solución, las opciones de poder conseguir un nuevo base volarán.