No habían dado las tres de la tarde de ayer cuando se abrían las puertas de la Ciudad Deportiva mientras el sol acariciaba las torres de la ciudad templaria. A las 15.12 llegó el colegiado buscando el acceso al recinto y envuelto en un extraño juego. Hasta por tres veces metieron y sacaron las bolsas del maletero del Audi antes de que finalmente el vehículo buscase su ubicación dentro del recinto y dos de los colegiados, con las dichosas bolsas, la caseta arbitral. Y como la tarde iba de bolsas, cuando llegó la expedición del Cacereño (15.23 horas) faltaba "la del isostar. Que la habrá sacado Juan Diego que es un enreda", se decían los responsables del utillaje verde. Igual perdieron la bolsa de la bebida isotónica, pero se encontraron tres puntos de oro y maldita la falta que les hizo brebaje alguno.

Con la expedición del Cacereño viaja Tomás Pérez, que es como una especie de biblia en verso del club capitalino en forma de incombustible comunicador. Es un clásico y mantiene su peculiar estilo.

Al margen de los presidentes de Jerez y Cacereño, estuvo también el del Díter, Antonio Martínez. En el graderío, cámara de video en mano, Pepe González. El técnico del Cádiz no perdió detalle porque el viernes su equipo juega en Cáceres. Y al final, la procesión por barrios. La afición local se cebó con Illana Fuentes, la visitante cantaba celebrando la pegada de su equipo.