H a vuelto a ocurrir. La enésima negociación con unos pretendientes a hacerse cargo de las acciones en poder de Eloy Guerrero se han roto. Los empresarios catalanes y andaluces, que desde la pasada semana negociaban con el máximo accionista del club, han dado marcha atrás en el último momento. Durante la mañana de ayer, Guerrero se mostraba confiado en que las gestiones llegarían a buen puerto: "Parecen gente seria y han mostrado mucho interés por hacerse con la entidad. En la reunión que mantuvimos ayer (por el martes) prácticamente quedó todo acordado y con toda seguridad firmaremos el contrato de venta esta tarde (por ayer)".

Esta situación dio un giro de 180 grados tan sólo unas horas después. El empresario pacense no daba crédito a lo que había pasado: "Esperábamos firmar esta tarde (por ayer). Al ver que no se presentaban, mi abogado se puso en contacto con ellos y le comunicaron que el interés se había enfriado".

MARCHA ATRAS Tras comprobar la documentación y las cuentas del club, los empresarios catalanes no lo vieron claro y decidieron dar marcha atrás en sus pretensiones iniciales. Guerrero asegura no explicarse las razones que les han hecho cambiar de opinión. Lo único cierto, lo verdaderamente tangible es que con la nueva dirección que han tomado los acontecimientos pintan bastos para la entidad.

La situación está de la siguiente manera: El dueño del club, Eloy Guerrero, el propietario de más del 95 por ciento de las acciones, no está dispuesto a seguir adelante en solitario y así lo anunciará hoy en rueda de prensa. "No voy a continuar solo". Ese va a ser su mensaje a la afición, a los empresarios y a las instituciones de la ciudad.

El momento actual es agónico. El club debe a los jugadores una cantidad próxima a los 140.000 euros, cantidad que debe ser cubierta antes de las doce de la noche del 31 de julio. Es decir, el próximo lunes. En caso contrario, la AFE denunciaría al Badajoz y la consecuencia inmediata será su no inscripción en Segunda B y el descenso de categoría. El resultado es más que previsible y conllevaría la más que probable desaparición de la entidad.

Quedan, pues, cinco días para evitar lo que se antoja puede ser un nuevo descenso a los infiernos del fútbol extremeño. El empresario intentará hoy lanzar un S.O.S que permita a la entidad asirse a su última tabla de salvación. De no lograrlo, Badajoz se quedará sin su club de referencia y sin fútbol de categoría nacional el año que viene.