De traidor, nada. Rumiado todo lo escuchado y leído tras la victoria sobre Honduras, Vicente del Bosque considera que España sigue fiel a su modelo futbolístico y no acaba de comprender por qué, a falta de la jornada decisiva, se le acusa poco menos que de alta traición por haber puesto los medios que consideraba idóneos para conseguir el triunfo que la selección española necesitaba para serenarse. España ganó y no lo hizo, según el seleccionador, por un camino diferenciado en lo esencial del estilo que ha marcado en los últimos años.

"No me he alejado del modelo anterior, no hay un modelo único. Hay detalles del pasado que si escarbara un poquito encontraríamos cuestiones muy parecidas a esto", dijo ayer para rebatir a quienes le acusan de haber dado el bandazo que había asegurado que no daría. Se refería a la utilización de extremos tipo Joaquín, Reyes, Vicente o Riera de la época de su antecesor, Luis Aragonés, además de a la opción de jugar con Torres y Villa, tan habitual en su etapa como en la anterior.

"No hay mucha diferencia del pasado al presente. Si tengo que apoyarme en algo no tengo más remedio que ir a los datos, que se aproximan bastante a lo de antes. Los jugadores de medio campo hacia adelante son prácticamente los mismos... Intento buscar esas diferencias y me cuesta encontrarlas, me empeño pero no lo consigo. No ha habido volantazo alguno", reiteró el técnico, convencido de que los que sustituyeron a los habituales no cambian mucho lo que hicieron los anteriores. "Ni en la sustancia ni en el juego".

"Hay más fútbol, y no es enmendar la plana a nadie. Cada uno lo interpreta cómo quiere", dijo en referencia a las nuevas críticas realizadas en la cadena Al Jazira por Aragonés, que volvió a decir que a él le sobra un medio centro y que a Xavi no se saca el mejor rendimiento haciéndole jugar como media punta. "Algunas cosas las comparto y otras no. No hemos buscado cambiar de función a nadie. Estamos siendo bastante escrupulosos en que los jugadores hagan lo que hacen en sus equipos", explicó. El seleccionador ha hablado con el gran canalizador del juego del Barça y de la selección y no está por la labor de variar el esquema en el centro del campo. "No creo que su posición difiera mucho de donde juega en el Barcelona. También tiene la posibilidad de venir a asociarse con Xabi Alonso y Busquets. Estoy muy contento con él, es otro entrenador en el campo", señaló.

INIESTA, BIEN Del Bosque confirmó, por otro lado, que Iniesta estará en condiciones perfectas para jugar el próximo viernes contra Chile. Eso le coloca en la disyuntiva de sacar a alguien del equipo y todo apunta a que será Navas el sacrificado, pese a que ayer se mostró satisfecho con su actuación. "Como jugador de banda es de lo mejor de España. Lo hemos traído para eso. Además, son cuestiones complementarias. Un equipo no sólo tiene un perfil único para ganar. Hay muchísima variedad en el juego", volvió a apuntar el seleccionador español.

Ayer, después de ver por la tele el partido contra Honduras, admitió que probablemente hubiese sido demasiado crítico la noche anterior, aunque no dejó de resaltar los riesgos que pueden volver a correrse si la actitud en el tramo final vuelve a repetirse.

"Contra un rival más exigente nos hubiéramos convertido en una presa fácil y eso es lo que quiero evitar", dijo después de analizar lo sucedido: "A partir del minuto sesentaitantos el partido se dividió, fue un ataque de ellos y otro nuestro. Interiormente, nos entró algo como pensando que ya lo teníamos hecho y fuimos a especular un poco con el cansancio. Algunos trataron de economizar fuerzas, aunque es verdad que en ese tramo final tuvimos muchísima ventaja y muchas opciones", manifestó Del Bosque.