Vicente Del Bosque, seleccionador español, no modificó ayer un ápice su habitual modo de comportarse y, alejado de los nervios del debut en su primer Mundial, afirmó que siente "responsabilidad" pero "con cierta tranquilidad".

Ni disputar la competición más grande del mundo del fútbol modifica en nada el estado del hombre tranquilo . Del Bosque compareció ante los medios para lanzar mensajes repletos de modestia, alejar a España del favoritismo y mostrar máximo respeto por los rivales que encontrará en el Mundial 2010.

"Llevo muchos años metido en el fútbol, he vivido días importantes, pero es verdad que no he tenido la oportunidad de disputar ningún Mundial. Estoy muy contento pero no nervioso. Con sinceridad, estoy tranquilo, preocupado por el rival y porque demos nuestra medida", afirmó.

REFLEXION Y ANALISIS "Todos los que tenemos sentido de la responsabilidad estamos ante un momento difícil. Los que tenemos cierta experiencia debemos tener el temple necesario para que las decisiones que tenemos que tomar las hagamos desde la reflexión y el análisis. Estando exaltado, ningún entrenador puede decidir", añadió. Marcó la línea a seguir, intentando separar la euforia que hay en torno a la selección de los futbolistas. "Es difícil abstraerse de lo que llega desde fuera. Es un optimismo extraordinario, como si España jugará directamente la final. No es así y tenemos jugadores conscientes de la realidad. Está muy equilibrado. Cualquiera que quiera conseguir algo debe hacerlo desde el esfuerzo, enfrentándose a estos retos con la humildad necesaria", dijo.

Por eso, de nada vale el favoritismo que recae sobre el papel en la selección española y Del Bosque recordó tiempos pasados en los que ocurría lo mismo y el final no era bueno.

Sobre Suiza, el seleccionador mostró máximo respeto. "La conocemos de hace tiempo. Más que una selección es un equipo que mantiene la estructura de hace años que juegan juntos", subrayó. "Es la primera oportunidad de intentar superar al rival y lo haremos desde el máximo respeto", concluyó.