La selección de Francia se preparó en la ciudad de Hamelin con una especie de flautista mágico, Zinedine Zidane, que hoy vuelve a amenazar el avance de Brasil a los cuartos de final del Mundial liderado por un predador de marcas goleadoras, Ronaldo.

El cuento futbolístico se repite ocho años después, no en París, esta vez en Fráncfort, para alegría de los amantes del fútbol y delirio de quienes alimentan con morbo historias de revanchas. Brasil y Francia llegan en Alemania a otra decisiva instancia que obligatoriamente hace evocar los partidos en cuartos de final de México-86 y en la final de Francia-98.

Ambos desenlaces favorecieron a los bleus y han dejado a los canarinhos , aunque ellos se empeñen en negarlo, con un mal sabor de boca, toda vez que su última victoria se produjo hace 14 años. Más de 180 millones de brasileños exigen la revancha.

DUDAS Brasil, que aún no ha alcanzado su mejor forma en el juego de conjunto, ni Ronaldinho Gaúcho, ha demostrado de lo que es capaz en el Barcelona, construyó hasta ahora la imagen de implacable, a juzgar por los diez goles marcados

Uno de los tres conseguidos el 27 de junio en Dortmund fue obra de Ronaldo, ya el máximo goleador de la historia del torneo, con 15 dianas, una más que el alemán Gerd Mueller.

Francia repetirá la alineación que ganó a España, pese a los problemas físicos de Zidane y Sagnol. En Brasil, la duda está entre Emerson y Gilberto.