LA SELECCION de Brasil deleitó y convenció en su segundo enfrentamiento con España, que no tuvo en esta ocasión oportunidad para la sorpresa. Al final, ganaron los locales (3-0), con parciales de 25-16, 25-22 y 25-16. Los campeones estudiaron bien a su rival y explotaron sus carencias para júbilo de unos aficionados que volvieron a dar colorido y ambiente a un gran espectáculo de élite.