El Breogán de Lugo será el oponente del Cáceres en la primera eliminatoria de los playoffs . Se trata de un equipo potente, con una plantilla de una escala salarial superior a la de los extremeños, pero que ha estado por debajo de lo esperado durante gran parte de la liga regular esta temporada. De hecho, el entrenador con el que la comenzó, Pepe Rodríguez, fue sustituido casi al final de la primera vuelta por un hombre de la casa, Lisardo Gómez, que consiguió mejorar ligeramente los resultados hasta el quinto puesto actual.

Gómez tiene donde elegir. Y mucho. Un equipo orientado al aspecto ofensivo y que tiene buenos especialistas en todas las posiciones. Quizás ha tenido problemas en la de base, donde a Carlos Cobos ha estado un poco solo en la dirección de juego, con el apoyo del canterano Erik Kintela. También puede subir el balón Sean Ogirri, pero se trata más bien de un escolta, un jugador de rachas que puede martirizar al oponente con varios triples seguidos, aunque también tirar por la borda un encuentro por falta de concentración. En todo caso, es un peligro latente.

Anthony Winchester es uno de los mejores anotadores de la LEB Oro. Regresó al baloncesto recientemente después de superar una grave lesión y lo ha hecho con éxito. Es sobre todo un tirador, aunque también puede hacer daño en penetraciones.

Más peligros latentes

Su apoyo es un jugador de la escuela lituana como Gintaras Leonavicius, probablemente el mejor de su equipo en la reciente derrota en el Multiusos en la prórroga (71-65).

El papel de cuarto alero es otorgado a Edu Martínez, un joven cedido por el Asefa Estudiantes que todavía está en desarrollo. En un día inspirado puede ser un peligro desde 6,75.

A medio camino entre el juego interior y el exterior aparece Alejandro Bortolussi. No ha tenido demasiadas oportunidades, aunque su polivalencia se ha dejado ver más últimamente, sobre todo gracias a la lesión de Manu Gómez. Interior de la vieja escuela , fuerte y fajador a más no poder, se espera de Gómez un salto de calidad para el equipo que no ha terminado de darle.

La referencia entre los pívots es, no obstante, Michel Diouf, un auténtico atleta, gran reboteador y taponeador y que cada vez aporta más en ataque. En la órbita en el pasado de equipos de la Liga Endesa como Cajasol y Fuenlabrada, su destino parece regresar más pronto que tarde a la máxima categoría.

Roeland Schaftenaar es otra pieza cada vez más importante, un jugador de sello Frade . El actual entrenador del Cáceres le dirigió en La Palma y no ha hecho más que mejorar en el tiempo que lleva en España, aunque aún peque de cierta inconsistencia. Algo similar le sucede a Ale Navajas, de la escuela del Unicaja y con una trayectoria similar a la de Miguel Lorenzo. En todo caso, se trata de una batería de pívots muy poderosa ante la que habrá que percutir duro. Pero este Cáceres ya no teme a nadie.