Aragonés añade el broche que le faltaba a una dilatada carrera de 30 años como entrenador y toma las riendas de un equipo desmoralizado después del fracaso en la Eurocopa.

Luis Aragonés, que cumplirá 66 años el próximo día 28, ha hecho del fútbol su trabajo desde que en 1957, con 19, firmó su primer contrato para jugar en el Getafe en Tercera.

De él dicen que es el mejor y más experimentado técnico del fútbol español --supera los 1.000 partidos--, aunque su carácter especial le haya enfrentado a muchos de los grandes jugadores que ha conocido.

"Míreme a los ojitos" fue una expresión de Luis que se hizo famosa a raíz de un incidente con Romario en la época en que coincidieron en el Valencia. Otro incidente que aumentó su fama de duro ocurrió en 2001 cuando zarandeó en el banquillo del Mallorca a Samuel Eto´o, que le había recriminado que le cambiara.

Después de su debut en el Getafe, fue traspasado un año después --1958-- al Real Madrid. En este club permaneció tan solo unos meses ya que fue cedido al Recreativo de Huelva por una temporada (1958-59).

En 1964, previo paso por el Betis fue fichado por el Atlético de Madrid y ahí empezó una relación de amor y odio. Estuvo hasta 1974, año en que vivió uno de los momentos más tristes en el primer partido de la final de la Copa de Europa contra el Bayern. Luis abrió el marcador con un magistral lanzamiento de falta, en el 113 de la prórroga. Pero a falta de 20 segundos empató Schwarzenbeck. En el desempate los alemanes vencieron por 4-0.

Como técnico

Empezó la temporada 1974-75 como jugador y el 25 de noviembre se retira y pasa a ser entrenador del Atlético. Tras hacerle campeón de Liga en 1975, dimitió un año después. Sin embargo, volvió al club en 1978 y permaneció dos años. En 1981 fichó por el Betis, pero una depresión le obligó a dejar pronto el puesto. En 1983 regresó al Atlético y permaneció hasta 1986. El 23 de septiembre de 1987 firmó con el Barcelona por un año. Fue sustituido por Johan Cruyff. Tras barajar varias ofertas, el 28 de junio de 1990 se comprometió con el Espanyol.

En 1991 volvió al Atlético de Madrid. El 26 de mayo de 1992, con el Atlético tercero, firmó un nuevo contrato que le vinculaba por dos temporadas más (1992/93 y 1993/94). Fue destituido en el primer año.

Tras entrenar al Sevilla y al Valencia, firmó por el Betis. Un año después, anuncia que se retira como entrenador. Pero su amor por los banquillos le hacen volver en el verano de 1999, cuando ficha por el Oviedo. Tras un año en Asturias ficha por el Mallorca.

Con los baleares, Luis realizó una temporada excepcional, hasta el punto que luchó por subcampeonato de liga. Del Mallorca volvió al Atlético con el objetivo de subir al equipo al Primera, lo que hizo. Sus desavenencias con el presidente Jesús Gil, la última de ellas tras la derrota ante el Osasuna el día del Centenario (26 de abril de 2003) desembocaron en el anuncio de su enésima marcha. Su último destino ha sido el Mallorca, donde ha vuelto a triunfar. En su palmarés como técnico se acumulan una Liga, cuatro Copas, una Intercontinental y una Supercopa.