Un centenar de aficionados que se desplazaron hasta La Ciudad del Fútbol de Las Rozas para presenciar la vuelta al trabajo del Real Madrid tras el fracaso europeo, y en la jornada se mezclaron los gritos de admiración procedentes de los más jóvenes con los insultos y acusaciones de seguidores indignados por la eliminación en Mónaco.

El clima era tenso en La Ciudad del Fútbol. Los jugadores saltaban mostrando rostros serios a las 11.15 horas, después de una charla de cerca de 20 minutos con Jorge Valdano, director general deportivo.

La plantilla fue recibida con insultos y acusaciones de aficionados, que a la indignación por lo acontecido en la Liga de Campeones, sumaban el enfado por conocer a última hora que el entrenamiento era a puerta cerrada, sólo visible para los medios. Un seguidor portaba una pancarta que rezaba: "Menos fiesta y más curro ¡golfos!", aunque el momento de más tensión llegó cuando tras recordar la figura de Fernando Morientes, llamaban "gordo" a Ronaldo, que desde dentro del terreno de juego no guardó la compostura y respondió a los aficionados.

Los principales argumentos que el grupo de aficionados echó en cara a los jugadores fueron que no sienten la camiseta, que sufren menos las derrotas que los aficionados porque el miércoles muchos de ellos estuvieron de día libre en la playa y que durmiesen más horas, recordándoles sus salidas nocturnas.

"De alguna forma tenemos que desahogarnos y decir todo lo que pensamos que nuestro derecho tenemos como socios y seguidores del Real Madrid que somos. Lo que ha pasado nos da vergüenza y lo deben saber. No se puede caer eliminados como contra el Mónaco y ayer estar en la playa mientras todos estamos sufriendo", dijo a Efe Francisco M. G., socio madridista.

"Mi intención no es insultarlos para hacerles daño, sino que sientan que detrás de ellos estamos muchos que sufrimos y que no aguantamos ver a nuestro equipo muerto", añadió.

FELICIDAD EN GALICIA Mientras tanto, en A Coruña ocurre todo lo contrario. La plantilla del Deportivo disfrutó de una jornada de descanso muy merecida después de que el miércoles escribiera la página más brillante de su historia en la Liga de Campeones al vencer al Milan por un contundente 4-0, y remontar el resultado adverso que había sufrido en su visita a San Siro (4-1). Ahora espera el Oporto en las semifinales.