La moderación es la actitud humana que más admiro. Los extremismos, ya se sabe, resultan muy peligrosos, y a la vista está en qué situación nos encontramos, amenazados por quienes, vergonzosamente, esgrimen razones políticas para utilizar la extrema violencia. Por eso me gusta Javier Ares, puede que uno de los tres mejores periodistas deportivos que haya dado este país. Ares, conocido por sus extraordinarias dotes para narrar el ciclismo, transmite esa moderación en cada reflexión, en cada frase, pero al mismo tiempo no se corta un pelo a la hora de criticar, ´arte´ que también practica con proverbial maestría. Desde su atalaya radiofónica, actualmente en Onda Cero --que en Cáceres no tenemos oportunidad de seguir--, criticaría y ensalzaría, con igual clase, lo que ocurre en el deporte extremeño. En fin. Ares abofetearía el mutismo del sentenciado Fede Pozuelo (Cáceres 2016) y alabaría el estajanovismo de Juan Pablo Márquez (Plasencia Galco) con idéntica e exquisita vehemencia.