Profesor

Plasencia, que no recibió gratuitamente su título de Perla del Jerte, goza con un gran equipo de baloncesto. La directiva cacereña, que pretendió paliar su escasa capacidad de gestión económica en un solo día, impidió que muchos estuvieran. Esa directiva perdió una ocasión de promocionar el deporte, las relaciones vecinales y convirtió una fiesta en un pequeño guateque. Ya sabíamos que esta liga no tiene nada que ver con la ACB, pero es que los árbitros no tienen nada que ver con un árbitro. En 20 segundos cometieron tres errores de bulto, repartidos. Tantos errores encendieron al entrenador placentino y le condujeron a una actitud impresentable y nunca vista en una cancha. A nadie le hubiera extrañado que ganara el Plasencia, dada su calidad y su actitud, pero el mejor jugador, aquel que nos había maravillado, se aceleró incomprensiblemente, no supo leer la actitud arbitral, pasó de dos a cinco personales en dos minutos y dejó a su equipo sin líder. Puesto que ´el cartero siempre llama dos veces´, hay una segunda oportunidad en la que si ningún insensato revive enfrentamientos trasnochados, la directiva placentina planifica como debe planificar, los árbitros son árbitros y Gianella juega a lo que sabe, poco importará quien gane. Habrán ganado el deporte y la buena vecindad. Que es de lo que se trata.