Dicen que la victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana. El presidente del Extremadura daba instrucciones, recién acabado el derbi, para que se fletasen autobuses para llevar aficionados azulgranas al duelo en Montijo, en el que puede haber ascenso. A buenas horas... Si él hubiese querido saber algo de sus juveniles, y hasta de su cantera, a lo largo del año igual el equipo llevaba semanas ascendido. Con una mínima parte del costo de estos autobuses podría haber pagado la gasolina que reclamaban los padres de algunos jugadores, permitiendo que estos viniesen a entrenar. Lamentable. A ver si hay más suerte que con los autobuses de Zafra y Sevilla. Y usted vaya a Cuenca, ¿o es que le da vergüenza lo que ve?

*Periodista.