Emilio Butragueño, vicepresidente y director general deportivo del Real Madrid, manifestó ayer que "España es un país de adjetivos extremistas", para argumentar que "de ninguna manera se puede aceptar que Zinedine Zidane esté acabado".

"Zidane es el mejor y tiene un talento fuera de lo normal, pero hay que tener tranquilidad y sopesar las circunstancias", dijo.

Mientras tanto, el propio Zidane firmó ayer la cesión de sus derechos de imagen para esta temporada y presentó el modelo de la marca Q7, que será el vehículo oficial de la primera plantilla del club a partir de 2006.

Zidane completa el trío de jugadores del Real Madrid, con Raúl González y el brasileño Ronaldo, que han cedido sus derechos de imagen a la marca automovilística, según el acuerdo de patrocinio entre ambas entidades firmado en julio de 2003.

Guillermo Fadda, director de mercadotecnia de Audi en España, resaltó en el acto de presentación en el que junto a Zidane estuvo Emilio Butragueño, vicepresidente y director general deportivo del Real Madrid, que "la coincidencia de valores entre ambas empresas ha impulsado este acuerdo".

En cuanto a la derrota del domingo en el Bernabéu ante el Valencia, Butragueño eludió comentar la labor arbitral. "Nunca me ha gustado hablar de los árbitros. El Real Madrid solo quiere encontrar la manera de mejorar, porque los árbitros acertarán o se equivocarán, pero eso pasa siempre y no hay que olvidar que su labor es muy difícil".

"En cualquier deporte se gana o se pierde, pero no hay que desesperar porque eso forma parte de la vida", agregó.

En cuanto a la situación del Madrid, Butragueño comentó: "además de las tres lesiones -Salgado, Ronaldo y Baptista-, tenemos que afrontar dos expulsiones -Gravesen y Beckham-. El partido de Coruña no es nada fácil, pero hay que sobreponerse".

Butragueño recordó en cuanto al partido frente al Valencia en casa que "la acción de expulsión de Gravesen terminó con el partido" y apuntó que el club no se ha planteado el recurso sobre la tarjeta de Beckham.