El Cacereño también tiene problemas económicos, al menos en apariencia. Y es que el club adeuda las últimas dos mensualidades a la plantilla. Los jugadores esperan cobrar en los próximos días, aunque la inquietud ya se ha apoderado de más de uno, sobre todo de los que menos dinero perciben.

La plantilla puede recibir sus honorarios en breve, aunque se desconoce cuál es el motivo real del retraso en un club que suele pagar al día y que se jacta de estar saneado económicamente. El pasado año, en el último tramo de la temporada, también hubo retrasos, pero al final los jugadores percibieron todo lo que les correspondía por sus contratos.

DOBLE FUTURO Con el presidente, Félix Campo, aún ausente públicamente, puede ser la actual la semana decisiva del futuro del club, y no sólo para el previsible cobro de la plantilla, antes de finiquitar la temporada el sábado ante el Extremadura en el amistoso de feria, sino para el dibujo del nuevo proyecto.

Campo ha escuchado durante los últimos meses a posibles compradores de sus acciones, aunque todavía no hay nada concreto. Sí es evidente que sus más estrechos colaboradores --el vicepresidente económico, Patricio Castaño y sus propios hermanos-- llevan mucho tiempo aconsejándole que contemple la posibilidad de irse, según ha contrastado este diario en su entorno.

Pero Félix Campo sigue meditando, dejándose incluso aconsejar incluso en el aspecto deportivo. Se da la circunstancia, incluso, que ha llegado a mantener una comida con Angel Marcos, aunque el técnico niegue tajantemente que vaya a volver. "Con Félix tomo muchas veces café, nos llevamos muy bien", comenta, negando tajantemente que se plantee su retorno.

Aunque sigue sin haber comunicación oficial al respecto, sí ha decidido que Ismael Díaz no continuará, como publicó este diario hace justo una semana. Como sustituto sigue habiendo un buen ramillete de técnicos, aparte de los que se han ofrecido en las últimas horas. A la lista se puede añadir otro nombre: Javier Pereira, actual entrenador del Don Benito.