Todo se ha quedado en un susto, pero hubo momentos de zozobra sobre la salud del extremeño. El futbolista cacereño del Sporting de Gijón B Isma Cerro pasó la noche del domingo al lunes en el Hospital de Zumárraga después de sufrir un golpe de calor en el partido de ida de la final de la fase de ascenso a Segunda División B en el estadio Loinaz, ante el Beasain (2-2 al final).

El futbolista extremeño se sintió indispuesto en el primer tiempo del choque y tuvo que ser sustituido para ser trasladado al centro hospitalario. En principio, las temperaturas, que no eran tan altas como en la tierra natal del extremo (sobre 30 grados) pudieron causar el trastorno físico.

Cerro, que jugó en el Diocesano hasta que el club colegial le traspasó al Real Madrid, dio las gracias a través de las redes sociales «por todas las muestras de cariño que he recibido. Al final todo ha quedado en un susto», escribió el delantero, que en años anteriores ha estado cedido en el Racing de Santander y que ahora estaba siendo uno de los jugadores más importantes del Sporting de Gijón B, con el que ha sido campeón de grupo. Incluso no se descarta que pueda jugar el domingo en el duelo decisivo ante el Beasain. Así lo dice el propio joven cacereño, a quien graves lesiones han cortado en dos ocasiones su progresión. Sin embargo, el compañero de Burgui y Teto en el Diocesano (histórico ‘tridente’) aún tiene mucho recorrido.