«Estamos muy contentos, pero esto aún no está hecho. Tenemos que seguir peleando». El delantero Kevin y el preparador físico del Cacereño, Juampe Martín, hablaban ayer en plena calle distendidamente del triunfo de unas horas antes ante el Moralo (0-3), y en unos términos dominados por la cautela. Había diez puntos de margen ‘virtuales’.

Por la tarde, seguro que ambos estarían pendientes de lo que hiciera el Badajoz, el máximo rival en la lucha por el título. Antes de las ocho de la tarde, todo el Cacereño conocía que la distancia se había acrecentado hasta los nueve puntos tras el empate pacense ante el Don Benito.

Restan ocho partidos y las cuentas son claras: hay 24 puntos en juego, con lo que el Cacereño se puede permitir el lujo de fallar en cuatro encuentros: el tener el average a favor hace que pueda incluso perder tres partidos o caer en dos y empatar en otros dos, por ejemplo.

Pero la idea es la de continuar ganando. El domingo, los de Adolfo Muñoz recibirán a la UP Plasencia (12.00 horas, Príncipe Felipe) en lo que sería, al menos en teoría, el encuentro más complicado de todos los que se disputen como locales.

Para este choque puede volver Martins, que fue precisamente el protagonista de la victoria de la primera vuelta en Plasencia. También podría retornar Santi Polo, ausente en los cuatro últimos compromisos. En este caso, las excelentes prestaciones de Pablo Molina en el lateral izquierdo hacen que se le pueda plantear un ‘problema’ al entrenador.

La UP Plasencia llegará, mientras, aún con alguna opción de entrar como cuarto en la tabla clasificatoria al final de la competición. El sábado tuvo capacidad de respuesta al empatar en casa ante el Calamonte (2-2) en un choque en el que estuvo por detrás en el marcador a lo largo del primer tiempo, ya que los visitantes se pusieron 0-2.