Cacereño - 1: René, Gonzalo, Tomás, Rives, Palero; Rocha, Lolo, Abel Segovia, Chapi; Luismi y Mauri.

Deportivo B - 1: Diego, Fran, Raúl, Viettes, Insúa, Fernando (min. 54, Stopira), Chirri (min. 69, Luis Angel), Dani, Juan Carlos (min. 81, Vela), Añón y Jona.

Goles: 1-0-Min. 21: Mauri. 1-1-Min. 83: Añón.

Arbitro: Yáñez Mejías (Andaluz). Pésimo en la señalización de faltas, obvió al menos un penalti muy claro en el área visitante. Amarillas a los locales Tomás, Rives, Lolo, Segovia, Luismi y Mauri y a los visitantes amarillas a Fran, Viettes, Chrri y roja por dos amarillas a Dani (min. 85).

Incidencias: Alrededor de 2.000 espectadores en el estadio Príncipe Felipe. Terreno de juego peor que lamentable.

Tiene el fútbol una impronta de injusticia que puede que sea la clave de su multitudinario seguimiento. El infortunio en el Cacereño, este año, parece que no es exclusivo de Manolo. Su sucesor en el banquillo verde, José Luis Montes, vio ayer cómo se le marchitaba la radiante flor que pareció traer consigo y, en el mejor encuentro como local, perdió dos puntos (1-1) ante un Deportivo B muy inferior a lo largo de casi todo el choque.

El Cacereño gobernó el encuentro durante 70 minutos, creó al menos cinco claras ocasiones de gol, pero acabó cediendo la igualada tras un afortunado centro desde la izquierda rematado entre Añón y un defensa verde que puede que traspasara la línea de gol. Era el minuto 83.

Hasta entonces, el grupo de Montes, excepto en los 15 primeros minutos, hizo el mejor fútbol posible acorde a sus posibilidades y talento y en el contexto del fraudulento terreno de juego del Príncipe Felipe, toda una soberana estafa para el espectador y un engaño para el deporte profesional. El entrenador del Deportivo, Tito Ramallo, fue inteligente y gráfico al resumir el encuentro. "Un punto se lo ha llevado el Cacereño, otro el Deportivo y otro el terreno de juego". Nunca un diagnóstico fue más acertado.

ACIERTO En estas que el Cacereño, incluso, apeló al buen trato del balón por momentos. El primer gol (min. 21) fue una jugada de estrategia tras un córner que remató, tras un rechace, Mauri, un futbolista que crece y que ayer, pese a que pudo matar el partido en el segundo tiempo y marró, mostró lo que es: un muy aceptable delantero para la Segunda División B.

Tras el tanto, el grupo de Montes se hizo dueño de la pelota y pudo incluso hacer el 2-0, pero Luismi, reñido con el gol, desperdició la ocasión. El ´7´ del Cacereño fue objeto de penalti en el inicio del segundo tiempo, pero el árbitro obvió la opción. Algo fallaba por entonces, ya que el equipo verde, a la contra, acumuló pintiparadas ocasiones que desperdició, una de ellas mortal de necesidad de Mauri (min. 75). Después, y por dos veces, Luismi estuvo a punto de sentenciar, pero se encontró con Diego.

Como el Cacereño no culminaba su superioridad ante un Deportivo sin varios de sus mejores hombres, citados ayer por Lotina ante el Málaga (entre ellos el goleador Dioni), el fútbol se volvió cruel y en un centro sin aparente peligro, llegó la jugada del empate, muy protestado por la sorprendida grada. A todo ello, el entrenador verde no había movido el banquillo y preparaba, según explicó después, la salida de Manolo, cambio que descartó con la desgraciada acción.

Con los coruñeses con 10 hombres por la expulsión de su capitán, Dani, el Cacereño apeló entonces a la heroica. Tomás la tuvo en el minuto 86, pero no acertó ante la meta rival. También estuvo cerca el equipo local de hacer el 2-1 en una melé en el área en la prolongación, pero el árbitro no quiso saber nada de una doble acción de posible penalti: una mano y un derribo en una acción continuada. Se había marchitado ahí la flor de Montes, que pese a todo ha acumulado un botín muy notable de 7 puntos de 9 posibles. Ayer debieron ser tres, pero sólo fue uno. El fútbol dictó su temida ley de la injusticia.