El Cacereño no puede pedir subvención alguna para la fase de ascenso a Segunda División B. La razón es evidente: cualquier ayuda institucional que llegue al club será embargada para pagar a Quico, el exfutbolista verde, con quien el club ha mantenido un largo litigio, que se ha prolongado durante años. La Justicia ha estimado que el Cacereño debe una cantidad de dinero al exdefensa, lo que obliga a que cualquier subvención vaya directamente a pagarle.