CACEREÑO: Vargas, Palero, Cazorla, Roberto, Diego, Chiqui (min. 46, Ito), Rocha, Javi Ramos, Lolo, Rai (min. 68, Valtierra), Rubén Jurado (min. 81. Estévez).

REAL MADRID CASTILLA: Adán, Cordero, Gary, Javi Hernández (min. 5, Vázquez), Juan Carlos (min. 64, Cristian), Juanan, Juanfran (min. 55, Raúl Ruiz), Marcos Alonso, Morquera, Szalai, Velayos.

GOLES: 1-0: min. 54, Rai; 2-0: min. 63, Rubén Jurado; 2-1: min. 73, Szalai; 2-2: min. 83, Gary.

ARBITRO: Figueroa Vázquez (0). Expulsó a Cazorla por dos amarillas tras acabar el partido. Amarillas a Palero, Rai, Lolo, Marcos Alonso, Velayos y Raúl Ruiz.

El Cacereño fue mejor y dominó al Real Madrid Castilla durante gran parte del partido, pero dos despistes defensivos en jugadas a balón parado le acabaron costando dos puntos. El conjunto verde apareció y desapareció durante el encuentro, con buenos destellos de fútbol, dominando a un Castilla que vivió más de los errores locales que de sus aciertos, que también los tuvo. En esos flashes de buen juego logró el Cacereño una cómoda ventaja de 2-0 a falta de 25 minutos para el final. Pero entonces desapareció y los blancos aprovecharon para llevarse un punto que debe saberles a victoria.

La nota más positiva en el Cacereño quizás sea que por fin se estrenaron sus delanteros. Alcázar adelantó el viernes que saldría con dos hombres en punta y en el once inicial estaban Rai y Rubén Jurado. Los dos estuvieron muy incisivos, demasiado ansiosos por marcar en la primera parte, pero demostrando su calidad en la segunda.

El primer gol verde llegó en el minuto 54 y dejó en el paladar de la afición cacereña cierto sabor a la temporada pasada. Volvió a funcionar la conexión Rocha-Rai que tantos goles proporcionó el año pasado. Rocha regateó a dos defensas en el área y pasó a un Rai que ha perdido peso y que se está preparando a conciencia porque esta campaña quiere ofrecer muchas alegrías a la parroquia verde.

Nueve minutos después del 1-0 llegó el tanto de Rubén Jurado, que se aprovechó de un fallo de la defensa blanca para rematar de cabeza al fondo de la red.

BAJON FISICO Y hasta ahí llegó el Cacereño. En la primera parte el esquema fue el mismo. Los de Alcázar, pasados los minutos iniciales de dudas, dominaron el balón y dispusieron de varias ocasiones para adelantarse. El acoso verde duró media hora, cuando el cansancio hizo mella en los locales. En esos quince minutos los madrileños aprovecharon para acercarse, sin acierto, a la portería de Vargas.

Y en la segunda parte fue igual. El Cacereño salió más enchufado y controló el juego hasta que marco los dos goles. Después llegó el bajón físico, que unido a la nefasta actuación arbitral, hizo que el Castilla lograse el empate.

Aún así, como reconoció Alcázar tras el encuentro, no caben excusas, pues el Cacereño recibió los dos goles en remates desde el área pequeña. El primero tras un saque de córner en el que Szalai gozó de dos ocasiones, la primera dio en el palo y la segunda acabó dentro (73). La defensa parecía dormida. En el segundo Gary peinó un balón procedente de una lejana falta que ni tan siquiera lo fue. El balón entró muy lento en la portería, pero nadie fue capaz de hacer nada (83).

En un último esfuerzo el Cacereño dispuso de una clara ocasión de Rocha --al que se le veía muy cansado--, que se situó prácticamente solo delante del portero, al que no pudo superar.

Sin apenas descanso el equipo de Angel Alcázar debe preparar el partido del miércoles en Torrelavega contra la Gimnástica, donde no podrá estar Cazorla, que debutó ayer y fue expulsado al ver dos amarillas, la segunda en el túnel de vestuarios.