Se llama Pedro Fernández, tiene 12 años y estudia en el Diocesano de Cáceres. Este pasado fin de semana ha conseguido su objetivo de ser campeón de España junior sub-16 de dardos en la cita disputada en Calella (Barcelona).

Sin embargo, como dice su padre, del mismo nombre y uno de los impulsores de esta modalidad, considerada ya como un deporte en ciertos círculos, ha tenido más mérito su segundo puesto el segundo puesto entre los mayores en ‘501’. «Estaba gente mucho mayor que él y era supercomplicado estar ahí, entre los mejores», asegura el progenitor, muy orgulloso de su hijo, del que bromea que ya puede superarle en nivel.

‘Pedrito’ Fernández, como se le dice cariñosamente, suele jugar con sus compañeros, incluido su padre, en el bar ‘Rey del litro’ de la capital cacereña. Allí se prepara a conciencia para conseguir éxitos como el logrado en estos días pasados en una modalidad que cada día está consiguiendo más adeptos entre personas de todas las edades, que ven en esta modalidad una buena forma de divertirse y entretenerse.