Cacereño: Roberto, Paco Ortega, Guy, Merino, Gervasio, Gabi, Pelegrín, Borrallo (min. 30, Chico), Juan Alfaro (min. 95, Sergio), Rocha (min. 92, Antonio) y Samuel.

Villafranca: David, Raúl, Juan Pedro, Cano (min. 79, Anguiano), Manu (min. 79, José Luis), Javi, Santi Flores, Julio (min. 71, Raúl Gordillo), David Lechón, Queru y Vicente.

Gol: 1-0, min. 60: Paco Ortega, de penalti.

Arbitro: García Ruiz (1). Mostró cartulina amarilla al local Gabi y a los visitantes Julio, Javi, Raúl, Juan Pedro, Cano y Manu.

Incidencias: 200 espectadores en el estadio Príncipe Felipe en tarde fría. El jugador verde Alex Acero, que tendrá que abandonar la práctica del fútbol por una hernia, estuvo dando apoyo a sus compañeros.

Sólo pudo ser de penalti y "gracias a Dios", como dijo el propio Bernardo Plaza después del partido. El Cacereño volvió a sufrir para ganar, pero sumó los tres puntos que le acercan en su pelea por meterse en el grupo que quiere jugar la fase de ascenso al final de temporada.

Y la jornada de ayer pudo ser muy diferente, pues el Villafranca vio como en apenas diez minutos el Cacereño había dispuesto de cuatro oportunidades francas para haber decidido el choque, pero la falta de puntería lo evitó para desesperación de su entrenador, al que se le veía más que contrariado ante tanto error.

Pero esa batería de fútbol y ocasiones fue lo mejor del cuadro verde en los noventa y cinco minutos que duró el partido. La lesión de Borrallo mediada la primera parte también contribuyó al bajón del equipo, pues el recorrido del bravo lateral-interior-extremo placentino dejó al desnudo las carencias tácticas cacereñas, que ayer jugó con tres defensas, cuatro centrocampistas, un mediapunta y dos delanteros.

CARENCIAS OFENSIVAS Plaza trató de hacer lo más ofensivo a su equipo, pero éste tiene una carencia más que importante: la falta de un verdadero goleador.

Dos balones en el palo estrelló ayer el Cacereño, que estuvo espeso y sin ideas desde el minuto 20 hasta el final. Llevó la batuta del partido, aunque el rival se lo permitía porque le interesaba el desgaste verde para tratar de aprovechar alguna oportunidad al contragolpe o a balón parado.

Sin embargo, el conjunto villafranqués estuvo falto de ambición y acomodó sus opciones a la fortuna o a que el Cacereño no fuera capaz de marcar, lo que pudo haber ocurrido si no es por el dudoso penalti señalado por García Ruiz en una pugna entre Samuel y Raúl y que fue notablemente protestado por el cuadro amarillo. Paco Ortega, ante la falta de un especialista con decisión, fue el encargado de traducir la pena máxima en gol tras batir a David casi por la escuadra.

Después sólo las protestas por los cambios locales fue el único dato reseñable en otro triste triunfo cacereño.