Un triunfo parece ser la delgada línea que separa al Cacereño de recuperar la moral y sus posibilidades de luchar por meterse al 100% en la pelea por jugar la fase de ascenso y la plantilla verde parece estar conjurándose para ello. El domingo (doce del mediodía) se juega ante el Mérida algo más importante que tres puntos. Sería casi definitivo un tropiezo en el Estadio Romano, mientras que sumar un triunfo podría convertirse en el revulsivo necesario para volver a entrar en la dinámica ganadora de la que parece estar apartado el equipo en las últimas jornadas.

Para ello están preparando concienzudamente Ismael Díaz y sus ayudantes a los futbolistas cacereños, más afectados en lo anímico por los últimos reveses sufridos que en lo estrictamente competitivo. Ayer ya se vislumbraron algunas posibilidades que maneja el técnico asturiano. El central catalán Xavier Pelegrí se perfila como titular por la baja del sancionado Antonio Jurado y Tariq parece que repetirá en la vanguardia verde, pues los problemas de ciática de Nacho Garrido no acaban de remitir pese al tratamiento médico y a las infiltraciones que se le están practicando. El punta cordobés está trabajando en solitario bajo las órdenes del preparador físico, Fran Nacarino, y tan sólo realiza pequeñas progresiones y ejercicios de baja intensidad para evitar que se reproduzcan las molestias.

OTRA VEZ ROCHA

Ismael Díaz decidirá mañana si Garrido entra en la convocatoria y si no lo hace podría volver a citar al juvenil David Rocha, que el pasado sábado debutó en Segunda División B frente al Ciudad de Murcia. El joven futbolista cacereño es uno de los máximos goleadores del grupo I de Regional Preferente y está considerado como una de las perlas de la cantera cacereña, que esta temporada está brillando: el equipo juvenil ha ascendido a la División de Honor y el filial pugna por hacerse con un hueco en Tercera División. De momento marcha segundo en Preferente, lo que le daría la opción de jugar una eliminatoria para el ascenso.