Una temporada más acabaron mal las cosas para el Cacereño, que llegó al final a clasificarse para la fase de ascenso, pero que cayó a las primeras de cambio y que tendrá que pensar en una nueva campaña en el grupo XIV de Tercera División.

Pero no fue lo más grave que ocurrió con el 1-0 del estadio Hermanos Antuña de Mieres, pues los incidentes que tuvieron lugar al final del partido han provocado las iras en el seno del club verde, que se dispone hoy mismo a presentar una denuncia contra sus propios aficionados. Félix Campo, presidente del club cacereño, y José Ignacio Aguinaga, director general de la entidad, fueron, al menos, increpados tras el final del Caudal-Cacereño y tuvo que llegar a intervenir la policía, según las crónicas, aunque no se llegaron a practicar detenciones.

Este diario se puso ayer en contacto con el club verde y el propio director general, José Ignacio Aguinaga, confirmaba la versión apuntada y aseguraba que "se va a interponer una denuncia contra algunos miembros del Escuadrón Verdiblanco por amenazas, insultos y agresiones". Todo parece indicar que llegó a haber un importante altercado entre algunos seguidores cacereños y los mandatarios del club, pues la intervención de la Policía Nacional y ahora la denuncia así lo ponen de manifiesto. Por su parte, uno de los cinco aficionados presentes en la grada, recabado por este diario, aseguró que "no hubo ninguna agresión, pues había una valla por medio, aunque sí existieron los insultos habituales hacia ellos en cualquier partido y a los que nos respondieron".